La natalidad se asoma al abismo
Los últimos datos de nacimientos en Aragón agravan los problemas demográficos de una comunidad que, si no se toman medidas, puede ver limitado su desarrollo y su futuro. Alguien ha de preguntarse por qué las mujeres quieren tener cada vez menos hijos
os indicadores suelen actuar en las sociedades como pequeñas señales de alarma en forma de datos, contextos o tendencias. El análisis de esas cifras nos da la posibilidad de ver con perspectiva la realidad y adoptar decisiones para corregir posibles desequilibrios. Esta semana, el Instituto Nacional de Estadística (INE) hacía públicas unas cifras preocupantes sobre la evolución de la demografía en Aragón. El pasado año nacieron en la comunidad 8.585 niños, un número raquítico que no tiene parangón desde que existen registros. Una década atrás el número de niños que vinieron al mundo en las tres provincias aragonesas fueron 11.662, es decir casi 3.100 más.
Los efectos que tiene esta estadística pueden ser más que relevantes para el futuro de un territorio que ve cómo salva los muebles gracias a la inmigración. Sin embargo, son cada vez menos las mujeres que están dispuestas a ser madres, con lo que eso supone para el medio y largo plazo de una comunidad cada vez más envejecida y que tiene en la despoblación uno de sus grandes problemas para afrontar con garantías el futuro. Nunca desde que hay registros (1941) ha habido en Aragón menos de 9.000 nacimientos anuales. Hasta este 2023. La tendencia nacional es similar, pero el descenso de 2023 es más acusado en la comunidad hasta duplicar la caída del conjunto de España.
No se trata de un fenómeno nuevo, ya que la última vez que se superaron los 10.000 niños nacidos fue en 2017, año en el que la tasa bruta de natalidad por cada mil habitantes alcanzó el 8,01%. Hoy está en el 6,73%. Y las expectativas no son precisamente halagüeñas. Un reciente estudio elaborado por Esade alertaba que las escuelas de los centros educativos se están quedando sin alumnos. De hecho, pronostica que en el año 2037 habrá alrededor de 15.000 alumnos menos en Aragón, pasando de algo más de 200.000 del año 2013 a los 185.000, aproximadamente en 2037, según datos de previsión de población del INE. Entre 2013 (máximo histórico de alumnos) y 2023, Aragón ha perdido alrededor de 9.000 alumnos menores de 16 años (450.000 en el caso de España).
Toda esta realidad provocará el cierre de colegios y centros que han requerido previamente una inversión, menos población en edad de trabajar y, por tanto, una menor disponibilidad de recursos humanos en el medio plazo. Desde 2015 a 2037, la ESO habrá perdido el 25% de su alumnado en Aragón. Este horizonte también provocará una merma importante en la captación de recursos para contribuir al desarrollo del estado de bienestar sobre el que descansan servicios tan básicos como la educación, la sanidad o la dependencia.
Aunque el margen de maniobra es cada vez menor, sería conveniente articular una estrategia integral para tratar de cambiar una inercia que solo lleva a un camino de no retorno. Son muchos los factores que influyen en el desplome de la natalidad, pero sin duda la falta de expectativas y de estabilidad laboral y económica es un factor decisivo que influye en que cada vez menos mujeres opten por la maternidad. Este mismo jueves, un informe del sindicato CCOO alertaba de que la brecha salarial entre hombres y mujeres rondaba el 23% en Aragón, de forma que el salario medio de ellos era de 27.389 euros frente a los 22.284 euros de ellas, es decir, 5.105 euros menos. No es que se cobre menos por el mismo trabajo, pero sí es cierto que los trabajos más precarios y menos estables, los salarios más bajos y las jornadas parciales suelen ser para las mujeres. La razón puede estar en el tiempo de dedicación para el cuidado de los hijos o de los mayores y los problemas de conciliación.
La natalidad se asoma en Aragón y en el resto de España a un abismo del que será complicado salir. Todavía será más difícil para aquellos municipios que están en situación terminal y que se esfumarán como si nunca hubieran existido. Los pueblos echarán el cerrojazo, cerrarán las escuelas y se perderán oportunidades de crecimiento y desarrollo si se adoptan medidas urgentes a todos los niveles y los resortes de la sociedad y las empresas no favorecen ese cambio de rumbo. En 2023 nacieron en Aragón 8.585 bebés, la cifra más baja de la historia.
Sería conveniente y urgente articular una estrategia para tratar de cambiar una inercia que solo lleva a un camino de no retorno a la comunidad