Inversión de 588.000 € para la climatización del Museo Pablo Gargallo
El Gobierno de Zaragoza ha aprobado el proyecto de obras de mejora de eficiencia energética de la instalación de climatización del Museo Pablo Gargallo, que contará con una inversión de 587.203 euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Cuenta con la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de la capital aragonesa.
En la actualidad, la instalación térmica consta de unos equipos productores para las distintas estancias situados en una terraza técnica situada en la planta cuarta, que dan servicio a los distintos emisores distribuidos por las salas del museo. Sin embargo, la instalación no dispone de un sistema de control centralizado y cada equipo funciona de forma independiente, sin posibilidad de horario o regulación de ningún tipo.
Así, la iniciativa contempla la retirada de los equipos actuales ubicados en la cubierta del edificio y la sustitución de la actual bomba de calor por otra de mayor eficiencia. También se
La instalación térmica se realizará en un plazo de cinco meses
instalarán fancolis –emisor usado para calentar o enfriar el ambiente en sistemas de climatización como aires acondicionados– en el interior de la zona del patio para reducir las pérdidas en esa zona y se pondrá el sistema de control BMS para todo el edificio, informaron desde el Consistorio.
Con el fin de garantizar calidad de los espacios museísticos actuales, en algunos se prevé la ejecución de un trasdosado autoportante de placas de yeso laminado que oculte los conductos y equipos de climatización. En ningún momento se modificarán las condiciones arquitectónicas existentes y, además, se ha tenido en cuenta que el nuevo equipo que se instala en sustitución al existente no representa un aumento del nivel sonoro.
El que hoy conocemos como el Palacio de Argillo fue construido entre 1659 y 1661 para el que sería el primer Marqués de Villaverde, el Infanzón Francisco Sanz de Cortés, también Conde de Morata y Atarés. Su prosperidad económica y social le llevó a ampliar su casa, sita en la Plaza de San Felipe, para darle un aspecto nobiliar acorde con su nueva posición.