Zelenski, cuestionado como nunca, promete la victoria de Ucrania
En el segundo aniversario de la invasión, afirma que la contienda terminará con una «paz justa» Solo cuatro líderes internacionales le flanquearon, aunque mantiene el apoyo de Occidente en bloque
Flanqueado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y por los jefes de Gobierno de tres países occidentales, la fe de Volodímir Zelenski en una futura victoria ante Rusia no desfallece. Pese a que el curso de la guerra atraviesa el periodo más delicado para el país eslavo, y a que su figura se halla cuestionada internamente más que en ningún otro momento, el presidente de Ucrania prometió ayer, desde el aeropuerto de Gostomel, en la periferia de Kiev, escenario de encarnizados combates al inicio del conflicto hace exactamente dos años, que la contienda terminará con una paz «justa» en «los términos» que establezca su país. «Llevamos luchando por ello 730 días, y ganaremos», proclamó en tono firme.
El flamante comandante en jefe del Ejército, Oleksándr Syrsky, nombrado tras la reciente destitución del popular general Valerii Zaluzhni, se pronunció en los mismos términos: «La luz siempre prevalece sobre las tinieblas», escribió en Telegram. La relativa normalización de la guerra ha provocado que, en este segundo aniversario de la invasión, al líder ucraniano solo le acompañaran
los primeros ministros de tres países, Italia, Giorgia Meloni, Bélgica, Alexander de Croo y Canadá, Justin Trudeau. No obstante, como muestra de que el apoyo de Occidente en bloque se mantiene, tras el acto, la dirigente italiana y Zelenski tenían previsto mantener por la tarde una reunión telemática con el resto de líderes del G-7 desde la catedral kievita de Santa Sofía. «Nosotros creemos que los
también combaten por nuestra libertad y por nuestro interés nacional», declaró Meloni ante los periodistas. De hecho, el país transalpino y Canadá se convirtieron ayer en el cuarto y quinto país en firmar un acuerdo bilateral de defensa con Kiev, después de que hayan hecho lo propio el Reino Unido, Francia y Alemania.
El recuerdo de la invasión iniciada hace dos años por la Rusia
de Vladímir Putin estuvo muy presente en las calles de la capital ucraniana durante toda la jornada. Por doquier, habitantes portando la bandera amarilla y azul del país eslavo paseaban arriba y abajo por Jreshatik, la céntrica avenida kievita. Muchos se acercaron hasta el improvisado memorial repleto de banderas ucranianas para rendir homenaje a los caídos. «He venido aquí para agraucranianos decerles que hayan dado su vida por nosotros para que podamos seguir viviendo, yendo a la escuela o al trabajo», explicó Marina Kabalenko, una mujer de 42 años.
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MITO EN ENTREDICHO La figura de Zelenski, convertida en un mito durante los primeros compases de la guerra por haberse negado a abandonar Kiev pese a la cercanía de las tropas rusas y a los ofrecimientos en este sentido realizados por Estados Unidos, está siendo cuestionada por rivales políticos, algunos de los cuales le acusan de tendencias autoritarias. Borja Lasheras, investigador del programa de seguridad en el Centro Europeo de Análisis Político (CEPA) y consejero del Servicio de Acción Exterior Europeo, admite que el dirigente padece un proceso de «desgaste» propio de la «larga guerra» en la que se halla inmerso el país. «Algunas decisiones de su entorno han sido cuestionables y con personajes como Vladímir Klitschko (el alcalde de Kiev) es cierto que no existe química», dice.
Hoy por hoy, admite Serhiy Gerasymchuk, vicedirector de iniciativas regionales en Prisma Ucraniano, un centro de análisis internacional, «Zelenski sigue siendo el político más popular» y el destituido general Zaluzhni, la figura que recibe un grado de aprobación superior, «no ha emitido de momento señales de que aspire a una carrera política».