Agricultura y filosofía
Jose Antonio Adiego
Desde que a mediados del s. XIX Karl Marx estudiara el impacto en la sociedad de las políticas agrarias, principalmente sobre sus condiciones laborales, así como en la posterior implantación del marxismo tras la Revolución Bolchevique de 1917, en una sociedad mayoritariamente agraria, la filosofía no ha vuelto a estudiar a fondo en más un siglo el impacto que las políticas agrarias producen en la sociedad. A la vez que el porcentaje de población dedicada a la agricultura baja con respecto al resto de trabajadores, también pierde importancia el impacto que producen sus políticas en la sociedad. Esto produce un alejamiento del conocimiento social sobre el sector.
El nacimiento de la PAC en los años 70 tenía como uno de sus objetivos la equiparación de la renta del sector agrario con el resto de sectores. Esto no se ha solucionado, sino que se acentúa tras cada reforma. La PAC se ha convertido en un problema añadido para el sector, más que en una solución. Socialmente se ve un sector mimado y mantenido, criticándolo despectivamente. La complejidad normativa se aleja de las necesidades del sector, aumentando los costes de gestión por un aumento de la burocracia para cumplir con los requisitos necesarios. Olvidamos que se trata de un sector con una mayoría de trabajadores autónomos y de una edad media avanzada, donde esto produce no solamente una disminución de su rentabilidad, sino un aliciente para abandonar sin reemplazo el sector en aquellos agricultores próximos a la jubilación. El desarrollo de una sociedad de consumo que nos mantiene en un presente fugaz lleno de estímulos, aleja a la sociedad cada vez más del sector agrario, nos hace olvidarnos rápidamente de nuestro pasado, de nuestras raíces. El cada vez más bajo porcentaje de votos procedentes del sector hace que este sea olvidado por los políticos, así como por el resto de la sociedad en la que vivimos. Esta revuelta social agraria se veía venir hace tiempo, donde el sector ha explotado exigiendo dignidad. Todos somos los responsables, reflexionemos.