El 80% del agua que se bebe en Zaragoza y alrededores es de Yesa
El objetivo del ayuntamiento es alcanzar el 100%, lo que implica un mayor gasto para las arcas públicas La capital reduce su consumo con una media de 103 litros por habitante y día, por debajo de la nacional
El 80% del agua que se bebe en Zaragoza y en los municipios más cercanos ya procede de Yesa. Un porcentaje que ha ido elevándose con los años, a la vez que se ha incrementado el coste del suministro para las arcas municipales, que este año ha alcanzado los 9,7 millones de euros, un 28% más que en 2023. La explicación es fácil: el agua del Pirineo es de mayor calidad y, por lo tanto, más cara.
El objetivo del ayuntamiento zaragozano está en alcanzar el 100%. El agua de Yesa, que se incorporó al proceso en el año 2009 y se embalsa en La Loteta como punto intermedio antes de llegar a los depósitos de Zaragoza, es más blanda, lo que repercute en su calidad. La idea del consistorio pasa por recurrir al Canal Imperial en momentos puntuales y excepcionales, como una avería en la red. Es por ello que se sigue –y se seguirá– captando agua del Canal.
Según los datos facilitados por el área de Urbanismo e Infraestructuras, el año pasado se captaron 60 millones de metros cúbicos (m3) –un 2% menos que en 2022–, un año marcado por la sequía y las restricciones en comunidades colindantes, como Cataluña, que ha tenido que endurecer sus medidas. Del total, 48 millones de m3 procedieron del Pirineo (el 80%), frente a los 12 del Canal Imperial. Hace una década sucedía todo lo contrario, y solo el 35% del agua descendía desde el Pirineo.
Incidiendo en los datos, en 2022, el 65% del agua que se bebía en la capital era de Yesa, el resto del Canal. El coste del suministro entonces fue de 7,4 millones. Un año antes, en 2021, solo el 34% procedía del Pirineo, y el gasto para las arcas públicas fue de algo más de 7 millones. En 2020, con un porcentaje similar, fueron 6,8 millones.
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EL RECIBO DEL AGUA Fuentes municipales explican que el precio se negocia con Acuaes, la sociedad mercantil estatal del sector público, en una comisión de seguimiento en la que participa el ayuntamiento. El coste se calcula según las reservas de agua que se hacen desde la casa consistorial. Desde el ayuntamiento explican que el suministro cada vez le cuesta más, por lo que este año el recibo del agua se ha incrementado un 8,5%, tras más de una década congelado, justifican.
Desde el área que dirige Víctor Serrano destacan que pese al pequeño incremento de población, Zaragoza y las ciudades a las que se suministra agua potable han logrado reducir su consumo respecto al año anterior. La depuradora de Casablanca proporciona agua a El Burgo, Fuentes, Pastriz, La Pueblo de Alfinden, Utebo, Villamayor y Villanueva, todas ellas con consumos similares desde antes de la pandemia. Así, el total de población abastecida se eleva hasta los 707.280 habitantes.
El consumo medio en España ronda los 245 litros al día por habitante y se estima que 131 son de consumo doméstico. Agua que se utiliza para todo, para beber, cocinar, fregar, ducharse, lavar la ropa o regar las plantas. Los zaragozanos bajan la media nacional, con 220 litros diarios, de los que 103 se consumen en casa, según los cálculos del área de Urbanismo e Infraestructuras. Un consumo que está cerca de la barrera psicológica de los 100 litros diarios que se logró tras la Expo de 2008. Entonces, el consumo de agua doméstico por habitante y día pasó de los 109 litros en 2008 a los 100 en 2015. Un hito que volvió a repetirse en 2018. En 2019 ya fueron 103,4 litros por persona y día; en 2020, año del confinamiento, subió a 105,4; y en 2021 aumentó el consumo hasta los 108,2. En 2022 volvió a reducirse, hasta los 105,4 litros de agua diarios y por zaragozano.
A las campañas de sensibilización se suman las mejoras de la red de distribución para evitar pérdidas y el avance eficiente de los electrodomésticos del hogar, como lavadoras o friegaplatos, que cada vez necesitan menos agua y energía para funcionar. El resto es consumo industrial y público, es decir, agua que se utiliza para regar las zonas verdes o limpiar las calles. El uso de agua diaria para limpiar la ciudad es de 1.200 m3, 32.000 m3 mensuales, que en verano (al descender3la población) se reducen a 700 m de agua, 19.000 m3 en julio y otros tantos en agosto. Para optimizar este recurso, el ayuntamiento ha iniciado un plan de gestión y optimización del ciclo del agua.