Libertad para los dos indigentes que mataron a otro vagabundo
Se les imputa un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones dolosas
El juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza ha decretado la puesta en libertad de los dos indigentes –Florentin L. D. (Rumanía, 1966) y Georgica D. (Noruega, 1972)– que, supuestamente, propinaron el 7 de enero una paliza mortal a otro sin techo –Florin (Rumanía, 1967)– que residía en un asentamiento chabolista ubicado en la desembocadura del Río Huerva. Ambos ingresaron en prisión provisional el pasado 13 de enero como presuntos autores de un delito de asesinato, si bien han regresado recientemente a la calle porque ahora se les imputa un primer delito de homicidio imprudente y un segundo de lesiones dolosas.
Así lo ha estimado el titular del juzgado tras la solicitud presentada por la abogada de ambos acusados, la penalista Rocío Notivoli, quien aludía en su escrito a la ausencia de testigos directos y hablaba solo de «testigos referenciales» en relación al episodio de la agresión. «De los datos apreciados en las declaraciones testificales y del informe de autopsia, puede considerarse que existen indicios del delito de lesiones y homicidio imprudente», recoge el auto firmado por el juez.
Con todo ello, la causa ya ha dejado de ser tramitada por el procedimiento del tribunal del jurado, de tal modo que se transforma en diligencias previas al no tener cabida ni el homicidio imprudente ni las lesiones dolosas en el primero de los citados cauces judiciales.
Tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, el motivo de la agresión fue una discusión que inició la víctima con uno de los detenidos –este último alquilaba tiendas de campaña a otros indigentes en un asentamiento chabolista a orillas del río Huerva– y que desembocó en una lluvia de golpes, sobre todo, en la zona de la cabeza. Varios viandantes se encontraron a la víctima en estado inconsciente en el paseo Echegaray y dieron la voz de alarma a la sala de emergencias del 091. Fue trasladado de urgencia a un centro hospitalario de la capital aragonesa, aunque acabó falleciendo varios días después en la unidad de cuidados intensivos (uci).