Poliposis nasal, investigación frente al desconocimiento
En un marco sanitario protagonizado por enfermedades como el covid o la rinitis, la poliposis nasal afecta a numerosos aragoneses con efectos tan adversos como la pérdida permanente del olfato. A pesar de ello, la poliposis pasa desapercibida entre la población y EL PERIÓDICO DE ARAGÓN quiso reunir a seis expertos para arrojar luz sobre la enfermedad y sus síntomas
El pasado 19 de febrero se celebró el Día Nacional de la Poliposis Nasal, una enfermedad que a pesar de su desconocimiento por parte de la población, afecta a un número relevante de personas, alcanzando ya una prevalencia del cuatro por ciento de la población mundial. Esta realidad también tiene su impacto en Aragón, donde se calcula que hay entre 25.000 y 40.000 personas con esta patología.
¿Pero qué es exactamente la poliposis nasal? Los expertos la definen como una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la mucosa nasal y provoca la aparición de pólipos en las vías respiratorias superiores. Conforme los pólipos se van desarrollando, los pacientes empiezan a sufrir distintos síntomas, algunos de los cuales pueden llagar a ser graves. Entre las consecuencias más comunes de los pacientes destacan las dificultades para respirar, la anosmia o pérdida del olfato y la pérdida de sabor y, en los casos más avanzados, inflamación pulmonar y desarrollo gradual de asma.
La anosmia no es un síntoma exclusivo de la poliposis nasal, puesto que también se encuentra presente en otras enfermedades que afectan a las vías respiratorias como la rinosinusitis crónica o la rinitis. No obstante, sus efectos suelen tener tanto impacto en las vidas de los pacientes que se hace necesario concienciar sobre este síntoma y sobre la poliposis nasal.
La poliposis es una enfermedad que puede pasar desapercibida en los diagnósticos, debido a que síntomas como la anosmia se han atribuido últimamente en mayor medida a la infección por coronavirus.
Por ello, y dado que hoy 27 de febrero se celebra el Día de la Concienciación de la Anosmia, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN organizó el pasado jueves 22 de febrero una jornada informativa con la colaboración de GSK, que contó con seis ponentes del ámbito sanitario y farmacéutico para arrojar luz y dar a conocer la poliposis nasal, el perfil habitual en sus pacientes y los retos que se presentan de cara al futuro.
Al foro informativo acudieron José Ignacio Alfonso, jefe de Sección de Rinología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Rafael
Fernández, jefe de Servicio de Otorrinolaringolía del Hospital Universitario Miguel Servet; Reyes Abad, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet; Tránsito Salvador, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Sonia Tejero, paciente de poliposis nasal; y Eva Trillo, directora médica de Atención Primaria. La mesa estuvo moderada por la redactora de este diario, Laura Rabanaque.
José Ignacio Alfonso fue el encargado de abrir la charla reflexionando sobre las principales causas de anosmia, entre las que destacó los traumatismos craneoencefálicos, las enfermedades e infecciones víricas y la ya mencionada rinosinusitis crónica con poliposis nasal.
Asimismo, destacó el efecto degenerativo en el olfato que puede desarrollarse a consecuencia de la poliposis o, incluso, de enfermedades como el alzhéimer.
Por su parte, Rafael Fernández destacó que, por el momento, es difícil estimar un porcentaje de pacientes con anosmia debido a la similitud de síntomas con enfermedades menores y la aparición acelerada de esta afección. «La pérdida de olfato también conlleva riesgos de seguridad, pues un paciente no es capaz de detectar un riesgo de fuga de gas o la presencia de humo a través de este sentido», aseguró Fernández, mientras Eva Trillo subrayaba que, mientras que la prevalencia de poliposis en población general es del 4%, «puede