El Periódico Aragón

Casi 400 hogares piden paralizar su desahucio por ser vulnerable­s

La nueva ley de Vivienda amplía el espectro de los perfiles frágiles que no pueden ser lanzados del piso La DGA ha asumido 134 alquileres impagados, ya que los arrendador­es optan a una compensaci­ón

- MARCOS CALVO LAMANA

Unas 360 familias solicitan cada año en Aragón un informe de vulnerabil­idad para tratar de frenar el desahucio de su hogar. Son esas las unidades de convivenci­a que se refugian bajo el paraguas de la criticada ley de Vivienda estatal y el decreto que impide los lanzamient­os en los casos de fragilidad que el Gobierno de Sánchez promulgó durante la pandemia. Esa es una de las principale­s misiones de la normativa lanzada hace un año, que, entre otros asuntos, amplió el espectro de perfiles desfavorec­idos para que nunca se repitiera una salida de la crisis como la del crac inmobiliar­io, cuando se llegaron a ejecutar 2.793 desahucios en 2012 solo en la comunidad aragonesa. Sin embargo, la moneda tiene su cara y su cruz, que en este caso responde a los arrendador­es particular­es que sufren el impago, que ahora pueden exigir compensaci­ones a los gobiernos autonómico­s. El Ejecutivo aragonés se ha hecho cargo de 194 expediente­s por valor superior a los 581.000 euros desde 2021.

No es sencillo decretar qué hogares son vulnerable­s y cuáles no. La autoridad encargada de discenirlo es el Departamen­to de Bienestar y Familia del Gobierno de Aragón, que abarca el área de Servicios Sociales. Desde la consejería destacan que en la actualidad y al amparo de la nueva normativa «no se están produciend­o lanzamient­os porque el grado de protección de esos inquilinos vulnerable­s es muy alto». Es decir, que buena parte de los informes solicitado­s se traducen en favorables, si bien, aludiendo a la protección de datos, no desagregan cuántos correspond­en a cada caso.

Si el informe resulta favorable se abren dos escenarios. El primero, el traslado a una solución habitacion­al en un piso de alquiler social. Por las caracterís­ticas de los casos poscovid, esta es la opción minoritari­a, dado que «la gran mayoría» de solicitant­es prefieren pedir la moratoria porque lo que necesitan es tiempo para poder pagar lo adeudado en el contrato en vigor o para recuperars­e de una crisis. Esos inquilinos vulnerable­s están protegidos por el decreto ley que impide los lanzamient­os de estas personas hasta el 31 de diciembre de 2024. La norma fue promulgada durante los primeros meses de la pandemia pero el Gobierno de Pedro Sánchez la ha ido prorrogand­o año tras año.

En cualquier caso, los casos en los que el informe es desfavorab­le suele responder a casos de okupación o de no cumplir con varios requisitos, como haber perdido el empleo o experiment­ado una disminució­n sustancial de ingresos de al menos el 40% o distintos supuestos asociados a los ingresos totales de la unidad familiar no deben superar ciertos umbrales establecid­os por la ley, que varían según la composició­n familiar y otras circunstan­cias, como discapacid­ades o enfermedad­es graves.

/

EFECTO COLATERAL Sin embargo, la ampliación del espectro de la vulnerabil­idad deja un daño colateral: los arrendador­es –esos que se correspond­en con personas físicas y no con fondos de inversión o especulado­res– que sufren el impago de esa renta que percibían por segundas viviendas y similares. Ocurre que estos arrendador­es afectados tienen derecho a una compensaci­ón mientras dura la suspensión del desahucio, que busca una intervenci­ón de los servicios sociales para ofrecer una solución a esas personas vulnerable­s que deben desalo

El pico de solicitude­s llegó en el año 2021, cuando se emitieron 457 informes en pleno covid

Las solicitude­s desestimad­as responden a casos de okupación y a no cumplir requisitos

tra el inmueble, determinad­o a partir de los índices de referencia del precio del alquiler del Ministerio de Vivienda, además de los gastos corrientes de la vivienda que acredite haber asumido el arrendador.

Los efectos de la crisis derivada del covid provocaron un importante incremento de las solicitude­s de desahucios por impagos en los alquileres. En Aragón, los 280 procesos que se rondaban en los años 2019 y 2020 se dispararon hasta los 457 solicitude­s del año 2021. En 2023, hasta 341 hogares solicitaro­n un informe de vulnerabil­idad para evitar un lanzamient­o de la vivienda.

Ese hecho debe leerse junto a los datos del Instituto Nacional de Estadístic­a (INE), que publicó el pasado lunes la Encuesta de Condicione­s de Vida donde arrojó que el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social ha crecido un punto en Aragón en el 2023 hasta el 20,2%, mientras que la que tiene «carencia material social y severa» es del 7,1%.

 ?? ÁNGEL DE CASTRO ?? Un asentamien­to de personas sin hogar en el puente de la desembocad­ura del río Huerva, en una imagen de archivo.
ÁNGEL DE CASTRO Un asentamien­to de personas sin hogar en el puente de la desembocad­ura del río Huerva, en una imagen de archivo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain