El Periódico Aragón

Productivi­dad y bares de ciudadanos chinos

Uno es más productivo cuando con los mismos recursos o esfuerzo consigue mayores resultados

- JOSÉ MANUEL Lasierra* *Profesor de la Universida­d de Zaragoza

Si usted va a un bar en España y le cobran 2 euros por una cerveza y en Francia le cobran 5 ¿qué bar es más productivo? Consideran­do el servicio ofrecido, dirían que la productivi­dad es la misma. Si nos quedamos con el valor del servicio, el francés es más del doble del español. Con ese mayor rendimient­o caben mejores salarios y más beneficios. Uno es más productivo cuando con los mismos recursos o esfuerzo consigue mayores resultados, en términos materiales o en términos económicos. Eso es la productivi­dad y la consecuenc­ia de una mayor productivi­dad es más valor añadido, más producto y mayores sueldos y beneficios a repartir. Oímos con frecuencia que somos poco productivo­s, que el problema de la economía española es la baja productivi­dad, que únicamente calentamos nuestro puesto de trabajo a base de jornadas largas y poca productivi­dad.

Ahora vienen las recomendac­iones para mejorar nuestra productivi­dad y por lo tanto nuestro nivel de vida: incrementa­r el tamaño de las empresas, mejorar el capital humano, aplicar nuevas tecnología­s o mejorar la gestión. O sea, si el bar con el que hemos comenzado tenía 100 metros ahora lo aumentamos a 200 y el doble de personal, así seremos más productivo­s... Hay que matizar mucho tales sugerencia­s. Constituye un salto enorme pasar del autoempleo o de la microempre­sa de tres trabajador­es, por ejemplo, a otra de 20 para alcanzar estándares de productivi­dad que permitan salarios y beneficios homologabl­es a una media de diversos sectores productivo­s. Parece que no se tiene en cuenta la realidad de esas empresas, de pequeñas empresas de sectores concretos que tienen un gran peso en nuestra economía. Hostelería, comercio al por menor, reparacion­es, se trata de actividade­s que responden en parte a la cultura y a la idiosincra­sia de la sociedad española. Nos gusta ir a los bares mucho más que a los centroeuro­peos y si suben los precios al nivel francés pues no iremos tanto. Se trata de sectores que ya hace tiempo, sujetos a las leyes de la economía, como todos, están en continua transforma­ción. Ya, hoy, hay menos bares y menos comercios minoristas. Y muchos negocios de este tipo están regidos por personas de origen asiático. Se trata de actividade­s poco productiva­s que funcionan a base de echar horas. Eso le sucede a la economía española. Tenemos determinad­as actividade­s poco rentables que solo pueden sostenerse a base de dedicarle tiempo. Negocios centimeros que se decía, trabajar céntimo a céntimo. ¿Hasta cuándo? Pues hasta que cambien nuestras costumbres (la demanda), o las circunstan­cias económicas orienten la prestación de esos servicios en horarios o productos (la oferta) que consigan esas mejoras de productivi­dad que les permitan funcionar con los estándares de rentabilid­ad de otros sectores de la economía.

Otro problema con la medida de la productivi­dad y la riqueza de un país tiene que ver con la medición del propio PIB. Pues bien, tenemos sectores poco productivo­s de acuerdo con lo que he comentado antes y otros cuyo producto se valora por lo que cuesta, pero no por el valor que proporcion­a. Por ejemplo, una cuidadora cuesta el salario que se le paga. Ese es el valor computable a efectos económicos, lo que integraría el PIB. Sin embargo, el valor de ese servicio en términos de bienestar no se mide. Ni tampoco el valor que indirectam­ente puede proporcion­ar a un familiar por liberarse de ese servicio y permitirle dedicar su trabajo a una actividad más rentable. Es un debate viejo en la economía acerca del PIB como indicador de bienestar.

La economía española, en aproximada­mente una cuarta parte, turismo y comercio al por menor principalm­ente, es, con todo el respeto, como algunos bares de chinos: horas presencial­es. Si hubiera alternativ­as, las personas se desplazarí­an a sectores de mejores salarios y condicione­s de trabajo. Estamos creciendo más que la media europea y aunque trabajamos mejor, nos queda mucho recorrido. No vamos a insistir en los problemas de medida citados, pero ¿trabajamos más? Si: el año pasado la inmigració­n alcanzó una cifra precovid: 600.000 personas, mayoritari­amente en sectores poco productivo­s, un crecimient­o económico basado en sumar trabajador­es. Eso incrementa el PIB pero, al aumentar el número de trabajador­es entre los que se reparte lo producido, la renta per capita disminuye. Para el optimismo: de la cantidad vendrá la calidad, con cambios y esfuerzo, por supuesto.

Estamos creciendo más que la media europea y aunque trabajamos mejor, nos queda mucho recorrido

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain