Un 13% de los aragoneses no logró ser atendido en su centro de salud
El 12,8% de pacientes que en 2023 necesitaron acudir a un centro de Atención Primaria en Aragón por presentar un «verdadero problema de salud» no lo consiguieron, por lo que tuvieron que recurrir a las urgencias hospitalarias, a la sanidad privada o esperar a que el problema se resolviera espontáneamente. A nivel nacional, la cifra asciende a un 16% de los españoles.
Así se recoge en el VI informe La Atención Primaria por comunidades autónomas, presentado ayer por el presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), Marciano Sánchez Bayle, quien consideró que este porcentaje es «muy preocupante», si bien mejora en cinco puntos los resultados de 2022, cuando era el 21,4%.
El informe reitera la queja por las demoras para una cita, algo que la ciudadanía percibe como «muy problemático», con un promedio de 7,61 días en 2023 para acceder a una consulta con el médico de familia. Un 87 % de pacientes que dicen
La media de demora en 2023 para una consulta alcanzó los 7,61 días
esperar más de dos días y un 50,7 % que aseguran que la demora es de más de siete días. Un hecho que a nivel nacional se incrementa hasta los 9,12 días.
De hecho, el 56,3% de los pacientes reconoce aguardar más de una semana para una consulta (dos puntos más que un año antes) mientras que el 86,7% admite esperas de más de dos días (1,1 puntos más que en 2022). El informe también ahonda en la relación entre los centros de salud y las urgencias hospitalarias. Uno de cada cuatro pacientes (24,1%) considera que la coordinación de este nivel asistencial con los hospitales y las especialidades médicas es «mala o muy mala».
Esta mala comunicación es más palpable para los pacientes de Canarias (31,9%), Andalucía (29,3%) y Murcia (28,6%), y menos para los de Aragón, con un 18,9 %. Además, el informe recoge que a un 22,3% de los pacientes la situación de la Atención Primaria le afecta «mucho o bastante» a su vida personal.
Es el caso de los andaluces, donde uno de cada cuatro (25,4%) se identifica con este malestar seguido de los pacientes de Castilla y León, 23,4 %.