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«Estamos a muerte con el míster, confiamos en él y en su plan», dice el extremo alicantino, que se exige ser más determinante
«No me obsesiono, pero mi paso ahora es mejorar en goles y asistencias que ayuden al equipo»
En el ranking de las frases recurrentes del fútbol, alejada del «partido a partido» o el «no hay rival pequeño», pero en una posición alta en todo caso está la demostración de la militancia de los futbolistas con su entrenador cuando este se empieza a ver cuestionado por los resultados y la afición, dejando claro que van a la guerra con él. Y Germán Valera, claro está, no fue una excepción con Julio Velázquez, que pasa por su momento más delicado en el Real Zaragoza. «Con el míster estamos a muerte, confiamos en él y en su plan, vamos todos de la mano para lograr grandes cosas», aseguró el extremo alicantino.
Valera admitió que el empate en La Cerámica ante el filial del Villarreal fue «un golpe duro, porque no ganamos, ahora ya es otra semana y afrontamos el partido con el Amorebieta con mucha ambición de lograr los tres puntos», aseveró el jugador alicantino, que no quiso entrar en demasía en los cánticos que se escucharon en el estadio del submarino porque «agradecemos el esfuerzo que hacen los aficionados por nosotros y estamos frustrados de no lograr esa victoria», aseveró, calificando el duelo del domingo ante el Amorebieta como una final «porque cada encuentro lo es, lo vemos como muy importante para nosotros. Hay partidos que son más cerrados, pero al final la Segunda te exige ir al máximo y todos los partidos son muy difíciles».
El jugador espera que la grada dé todo su apoyo al equipo porque «creo que el ambiente ante el Amorebieta será bueno y van a animar desde el principio y si nos contagiamos de ese ánimo los unos a los otros no habrá ningún problema para lograr una victoria que es importante», reseñó el jugador, que se encontró «muy bien» tras su primera titularidad después de la lesión en el isquiosural derecho que sufrió ante el Levante el 20 de diciembre: «Llevaba tres semanas entrando de suplente y ya estoy mucho mejor, me encontré muy bien».
Sumó, de hecho, su partido 25 en Liga como zaragocista, 16 de ellos de titular, una buena estadística en los números cuando se llevan 28 jornadas y teniendo en cuenta la lesión. «Creo que se ha visto una versión buena de mí, pero debería mejorar en goles y asistencias, en estadísticas que ayuden de verdad al equipo», aseveró Valera, que sabe que eso es una constante en su carrera, donde suma 100 partidos en Segunda entre las 4 cesiones al Tenerife, el Sanse, el Andorra y el Zaragoza desde el Atlético, con solo 6 tantos y 3 asistencias: «Son números lo que me hacen falta, no me obsesiono pero es el paso que me queda, el ser más determinante».