Del campo a la mesa
Pedro M. Usón
El pasado 21 de febrero, la Audiencia Nacional confirmó que la CNMC había acreditado la existencia de un cártel entre las empresas lácteas sancionadas. Habían fijado precios, intercambiado información comercial sensible y coordinado la compra de leche cruda de vaca. Los perjudicados, el productor y el consumidor. El cartel fijó precios artificialmente bajos para la leche cruda, perjudicando a los ganaderos, al ver reducidos sus ingresos, pudiendo haber repercutido en un aumento de los precios de la leche y los productos lácteos para los consumidores.
En el campo, de actualidad por las protestas que están realizando, la diferencia de precio entre lo que cobra el agricultor y el precio final en el supermercado puede ser considerable, llegando hasta un 800%, e incluso superior, dependiendo del producto.
Agricultores con márgenes muy estrechos, unido a consumidores que pagamos precios muy altos, reduciendo nuestro poder adquisitivo, son las consecuencias de unos alimentos, que son saludables para nuestro organismo, pero ¿a qué precio? Este problema no es exclusivo de nuestro país. Europa, y en el resto de países del mundo, los agricultores presentan los mismos problemas.
Desde la segunda mitad del pasado siglo se ha producido una concentración en el sector agroalimentario, controlando los precios. La venta online entre agricultor y consumidor puede ser una alternativa que rompa este oligopolio de los alimentos. Es cuestión que los agricultores se organicen para vender paquetes de alimentos atractivos para el consumidor. La salud y la economía, precisan de nuevas formas de usos y costumbres.