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Del Real Zaragoza ha regalado unas botas, las que cada futbolista ha elegido, a los 20 jugadores que militan en la plantilla del Cadete B en la Ciudad Deportiva
No está teniendo suerte en su primera temporada Sinan Bakis, fichado como referencia goleadora tras su gran campaña en el Andorra (12 goles) el curso pasado, para ser la apuesta más importante, tanto deportiva como económica de la entidad para la presente temporada, en la que aún no se ha estrenado de cara al gol tras jugar en 12 encuentros de la presente Liga.
De hecho, casi ha pasado más tiempo en la enfermería, con una meniscopatía en la rodilla derecha que le dejó desde principios de noviembre tres meses de baja y ahora, desde hace una semana, con una lesión en el aductor que le va a dejar otras dos más al menos fuera de los terrenos de juego, ya que no estará ante el Amorebieta y llegará muy justo ante el Valladolid si, como se espera, vuelve a ejercitarse con el grupo a mediados de la próxima semana. Su regreso más factible es ante el Espanyol el 17. Sin embargo, el ariete turco ha tenido un bonito gesto con los jugadores del Cadete B que entrena Alberto Egea, los cadetes más jóvenes en esta categoría del fútbol base de la Ciudad Deportiva.
Y es que hace un mes les hizo llegar la intención de regalarles el modelo de botas que más les gustara a cada uno de los 20 futbolistas que integran este equipo que es el de primer año de cadetes. El artillero turco ha cumplido su palabra y los jóvenes jugadores zaragocistas tendrán esas botas regaladas por el ariete, que llegó desde el Andorra con la carta de libertad tras no renovar en el conjunto del Principado y con la ilusión de que el Zaragoza fuera su mejor escaparate, algo que ha demostrado en las ganas de integrarse desde el primer minuto, aunque no ha contado con la fortuna en forma de lesiones. Ese gesto con los canteranos zaragocistas es un detalle más del lado humano de Bakis.
El delantero comenzó como titular la temporada y en algunos partidos rozó el primer gol como zaragocista, como ante el Villarreal B, el Cartagena o el Burgos, pero después de ese partido ante el conjunto burgalés, disputado a finales de octubre, notó unas molestias en la rodilla en el entrenamiento del 4 de noviembre, una afección de menisco con daño en el cartílago y en la que se optó por el tratamiento conservador porque operar significaba decir adiós a la temporada en curso. Volvió a ser convocado tres meses después, frente al Sporting, y no jugó, pero ya tuvo minutos frente al Eibar y el Cartagena, en este encuentro toda la segunda parte, pero la lesión en el aductor le llegó el día antes del choque del pasado sábado en La Cerámica ante el Villarreal B.
No tuvo suerte con el gol y las lesiones, pero detalles como este demuestran las ganas de integrarse