El Periódico Aragón

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Centrocamp­ista del Amorebieta y exjugador del Real Zaragoza

- S. VALERO ZARAGOZA

Ha regresado ya otras veces a La Romareda, pero el gusanillo de partido especial al haber vestido esa camiseta no se pierde, ¿no?

– – Siempre es bonito regresar a un sitio en el que estuviste y, además, yo el tiempo que estuve me sentí muy bien, muy a gusto y guardo un grato recuerdo.

Un curso y medio estuvo, entre el verano de 2015 y principios de enero de 2017, cuando rescindió para irse al Leganés. Ya han pasado varios años, pero el Zaragoza sigue en Segunda…

– –Sí, lamentable­mente es así. Es muy complicado subir y el Zaragoza lo está viviendo en todo este tiempo. Es un gran club, una ciudad que vive el fútbol con intensidad, y no merece estar ahí, pero es que cada año hay mejores equipos, los que bajan lo hacen con mucha capacidad económica y es complicado lograrlo.

– ¿Cree que solo es una cuestión de dificultad lo que explica que siga en el pozo?

– Lo que sé seguro es que más de la mitad de los equipos de Segunda tienen como objetivo subir y solo lo hacen tres. Tienes que hacer una temporada muy redonda y que se te dé todo bien. De verdad que no es sencillo, nada sencillo.

– ¿Qué recuerda con más cariño de esa etapa aquí?

– Me tengo que quedar con el nacimiento en Zaragoza de mi hija mayor, Cloe, eso siempre estará ahí, ella también sabe dónde nació y es un recuerdo imborrable. Eso marcará para siempre mi etapa allí. Hice muy buenos amigos en esa época y todavía mantengo relaciones que hice en esos casi dos años. Siempre me gusta guardar lo positivo de los sitios en que estoy, y por suerte o por desgracia, he estado ya en bastantes.

– ¿Qué significa este club en su carrera deportiva?

– Fue la primera vez que salía del Athletic ya desligándo­me de ese club, porque antes había estado cedido en el Leganés, por lo tanto eso ya significó un paso importante en mi carrera. Mi experienci­a en el Zaragoza me hizo madurar y hacerme mejor jugador.

– Usted se crio en el Athletic, un club histórico y con presión como el Zaragoza, pero después ha estado en otros que tienen menos en teoría, como Leganés, Numancia, Ponferradi­na o Amorebieta.

¿Hasta qué punto pesa la camiseta de este equipo en Segunda?

– También viví esa presión en el Málaga, que acababa de bajar cuando estuve, o en el AEK, en Grecia. Obviamente la masa social pesa, en el Zaragoza hay mu

cha afición detrás y eso se nota, por las ganas de recuperar la categoría que existen. También juegas con ese apoyo de tener a 20.000 personas en todos los partidos en casa. Si la gente está bien y en los encuentros salen las cosas, es un factor positivo y después hay jugadores que notan más la presión que otros. Yo recuerdo que cuando La Romareda se enchufaba te llevaba y casi ganabas por esa inercia del impulso, pero también los pitidos son complicado­s para darles la vuelta.

Llega el Zaragoza de un partido en Villarreal con 3.000 aficionado­s que viajaron y hubo cánticos contra el entrenador y el equipo. ¿Qué ambiente esperan?

– – Si la afición de La Romareda no anima para ayudarles a nosotros nos vendrá mejor, aunque en todo caso es un partido muy complicado, ellos tienen necesidad de ganar y nosotros también, pero cuando juegas en casa siempre hay un puntito más a favor.

– ¿Qué destaca del Zaragoza?

– Tiene muy buenos jugadores, con mucha calidad arriba, es un equipo con mucho nivel, también en el centro del campo. No se le han dado las cosas como esperaban, eso es evidente, pero la plantilla cuenta con mucha capacidad. Ahora, con Velázquez han cambiado la forma de jugar con respecto a Escribá porque cada técnico tiene su visión y su estilo futbolísti­co.

El Amorebieta también cambió de entrenador, con Jandro Castro por Haritz Mujika. Los resultados no han llegado en demasía, pero ¿cree que transmiten mejores sensacione­s?

– – Nos costó tras las navidades sobre todo, pero ahora estamos en una buena dinámica, más de juego que de resultados, porque hubo partidos en los que merecimos más. En lo anímico necesitamo­s un par de marcadores positivos para verlo todo de otra manera. Siendo colistas y teniendo claro lo que implica, creo que estamos en buen momento, pero necesitamo­s sumar victorias y cada vez queda menos.

– ¿Tiene plantilla el Amorebieta para lograr la salvación?

– Por ello estamos luchando y lo vamos a hacer hasta el final. Hay buenos jugadores, pero por esa falta de suerte y otras veces porque las cosas no salieron, no se está demostrand­o en la tabla. Por capacidad de la plantilla y por ganas no va a quedar.

– En Zaragoza, que está un poco en tierra de nadie, está instalada la idea de que la temporada apunta claramente a no tener objetivos en la recta final.

«Mi experienci­a en el Zaragoza me hizo madurar y ser mejor jugador y allí nació mi hija mayor»

– Quedan 14 partidos y son muchísimos puntos, no creo que ahora deban pensar eso. Es que 42 puntos son muchos por jugar y se pueden lograr los objetivos. Obviamente, para que el Zaragoza se pueda enganchar al final a la sexta plaza tiene que sumar bastantes y no es fácil, pero también tienen que ganar los demás equipos.

«Recuerdo que si La Romareda se enchufaba ganabas casi por la inercia de ese impulso»

– Con 32 años y 12 temporadas ya como profesiona­l, ¿se ve con cuerda aún para rato?

– Yo me siento bastante bien físicament­e y sobre todo con la ilusión de seguir jugando. No miro tan a largo plazo y ya se verá, esta temporada no estoy jugando tanto o no tengo el protagonis­mo que tuve por ejemplo en la Ponferradi­na, pero el deseo de hacerlo lo mejor posible sigue ahí. Ya llevo tiempo en el fútbol para tener más que asumido que juegan 11, pero somos 25 y que hay que estar siempre preparado.

 ?? LALIGA ?? Erik Morán controla un balón en el partido ante el Cartagena.
LALIGA Erik Morán controla un balón en el partido ante el Cartagena.

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