«Cualquier evento cultural puede ofrecer soluciones más allá del evento»
«Teniendo como referencia a El bosque sonoro en Mozota, nos damos cuenta de la capacidad de cualquier evento cultural para cambiar y ofrecer soluciones más allá del propio evento en sí. Más allá de que se vaya a ver un concierto y de que disfrutes de lo que es el momento, queremos ofrecer soluciones en el entorno rural para dar trabajo a un pueblo u otras cuestiones». Así surgió hace tres años Ocre (Organización Cultural en el Entorno Rural) en palabras de su portavoz, Víctor Domínguez, que proseguía en su explicación allá por 2021: «Más que el hecho de copiar El bosque sonoro que está funcionado, llevarlo a otro sitio y llamarlo así, creemos que es conveniente hacer una organización para poder ir a una zona rural concreta, estudiar el espacio y hacer algo adaptado al lugar. Buscar una opción más para que los pueblos se desarrollen incluso a nivel industrial con la cultura», decía el portavoz, que iba un paso más: «El proyecto va más allá de la cultura porque quiere abrirse a otros campos como la educación y otras ramas». En 2023, Ocre, además de El bosque sonoro, organizó el Brizna en Ayerbe, el festival Doña en La Almunia y organizó una serie de eventos en diferentes municipios.
A lo largo de Aragón hay otros festivales en zonas despobladas como el Gaire en Pancrudo (Teruel), el Orés Mágico en esa localidad de las Cinco Villas, el propio Festival Castillo de Aínsa o el Encuentro de magos en Tamarite de Litera, entre otros muchos.
Y la oferta parece que se va a aumentar en la comunidad. Ocre cuenta también con una «línea de formación e investigación para llegar mejor a lo que necesita el público, entender lo que se nos demanda y que se entienda lo que hacemos», explica Víctor Domínguez. En ese camino, este verano, Ocre protagonizará un curso extraordinario con la Cátedra de despoblación de la Universidad de Zaragoza y el Ministerio de Cultura en Cariñena. «Durante dos días hablaremos sobre nuestra metodología para mejorarla y la idea es que cada vez que hagamos un festival se haga esta formación porque creemos fundamental esa transferencia de conocimiento», explica Domínguez, que avanza es que la idea es que el año que viene (en 2025) se lance un festival en Cariñena relacionado con el vino.