Zelenski y Mitsotakis salen ilesos de un ataque con drones rusos
El bombardeo en Odesa se produjo durante la visita del primer ministro griego a la ciudad portuaria Se trata del primer ataque a apenas centenares de metros de altos cargos políticos aliados de Kiev
Escalada bélica sin precedentes de Rusia en Ucrania. El Ejército del Kremlin efectuó, a primera hora de la tarde de ayer, un ataque con drones contra Odesa, la gran ciudad portuaria ucraniana a orillas del mar Negro, justamente durante una visita del primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, quien se encontraba en ese momento acompañado por el presidente Volodímir Zelenski. En los dos años transcurridos desde el inicio de la invasión, jamás se había producido un bombardeo en el que se registraran explosiones a apenas centenares de metros de altos cargos políticos aliados del Gobierno de Kiev durante su estancia en el país eslavo.
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DESVÍO DE LA RUTA Nada más producirse las deflagraciones, el convoy en el que viajaba Mitsotakis se desvió de la ruta prevista, de acuerdo con las instrucciones que le iba dando la seguridad ucraniana. No se produjeron bajas o heridos entre los integrantes y enseguida, tras el incidente, ambos presidentes retomaron su agenda de trabajo y celebraron el encuentro que tenían previsto. Este acto también fue interrumpido por las alarmas aéreas originadas por un nuevo ataque con misiles balísticos lanzado por el Ejército de Rusia contra la localidad.
«Escuchamos el sonido de las sirenas
y hubo explosiones que ocurrieron muy cerca de nosotros», explicó el mandatario griego durante la rueda de prensa posterior al encuentro. «No tuvimos tiempo de ir al refugio», continuó, visiblemente emocionado. «Este nivel de brutalidad, del que son víctimas ciudadanos pacíficos, causa tristeza e indignación: estoy asombrado por la terrible imagen de la destrucción causada por Rusia, y por la indomabilidad y el coraje del pueblo ucraniano», concluyó.
A su lado, Zelenski cargó con
dureza contra el invasor: «Vimos el ataque de hoy, pueden ver con quién estamos tratando, no les importa dónde golpean a militares o a civiles». El jefe del Estado ucraniano admitió desconocer los detalles de la incursión, aunque informó de la existencia de «muertos y heridos». Resta por despejar la incógnita de si el ataque ruso fue deliberado, a modo de advertencia de un Kremlin cada vez más crecido ante la evolución de la guerra, o si se trató de una coincidencia. En el pasado, personajes vinculados al
Kremlin como Maria Zajárova se han llegado a vanagloriar de poder arremeter contra políticos occidentales durante sus visitas a Ucrania si así lo deseaban los mandos militares rusos. «Ambas opciones son viables, es difícil saberlo», considera Carmen Claudín, investigadora sénior asociada del Barcelona Centre for Foreign Affairs CIDOB. Esta experta ha recordado que existen canales de comunicación entre ambos ejércitos para evitar incidentes similares durante los intercambios de prisioneros u otros eventos, con lo cual le parece «difícil» pensar que fue espontáneo.
El bombardeo se produce apenas horas después de que los aviones no pilotados ucranianos infligieran una nueva derrota a la Marina de Rusia y hundieran otro buque de guerra que navegaba en las proximidades de la península de Crimea, a la que el Ejecutivo de Kiev considera como territorio ocupado. En la noche del 4 al 5 de marzo, resultó destruida frente a las costas de Feodosia la patrullera Serguéi Kotov, lo que eleva a dos docenas la cifra de navíos de guerra rusos hundidos desde el arranque de la invasión. Según fuentes coincidentes, las fuerzas ucranianas han puesto fuera de la circulación a cerca de la cuarta parte de la flota rusa del mar Negro, forzando en la práctica a sus unidades a retirarse de Crimea y a atracar en el puerto de Novorosiisk ya en territorio de la Federación Rusa.
El buque hundido es de reciente construcción y pertenece a la clase Proyecto 22160, con casi 100 metros de eslora. Cuenta con una tripulación de una sesentena de personas, y está equipado con defensa antiaérea y naval y hasta un helipuerto para helicópteros ligeros. Las fuerzas ucranianas, por su parte, han empleado en la operación militar los drones Magura V-5, capaces de navegar una distancia de 800 kilómetros. Tal circunstancia ha permitido a Kiev reanudar sus exportaciones de grano desde Odesa.=