El Periódico Aragón

Hasta pronto, Europa

El Casademont cae eliminado ante el Cukurova en un partido marcado por la poca eficacia

- GUILLERMO BURGOS CINTO

Se terminó el sueño de la Final Four para el Casademont. Tras una eliminator­ia trepidante ante el Cukurova, una de las mejores plantillas de Europa, las rojillas cayeron con contundenc­ia ante las turcas por 86-63. Desde el principio del partido las aragonesas dieron la cara, pero condenadas por los largos periodos sin anotar y las constantes pérdidas en ataque, Mersin consiguió irse hasta de treinta puntos en el marcador. Al final, el resultado fue demasiado cruel para el gran trabajo que todo el equipo ha realizado en esta competició­n tan exigente y como debutante.

El Casademont entró muy serio al partido, sin dejarse intimidar por el ambiente hostil del pabellón turco. En la primera posesión de las aragonesas ya se notó la presión de la afición en forma de pitos. Pero eso no funcionó para achantar a las visitantes, al menos durante los primeros minutos del cuarto. Efectivas en ataque y serias en defensa, pero a pesar de ello el Cukurova encontró la manera de anotar, en un partido de ida y vuelta con constantes respuestas por parte de ambos conjuntos. Sobre todo, María Araujo se echó a su equipo a la espalda en puntuación y durante el primer cuarto fue un dolor de cabeza para el Casademont. Al final del primer cuarto, las locales asediaron la canasta rojilla y llegaron a imponer un parcial de 12-0, yéndose 23-11 al término de los primeros diez minutos.

El segundo cuarto pareció iniciarse mejor para las de Cantero, consiguien­do poco después de comenzar un parcial de 0-7 a su favor. De esta manera recortaban la abultada ventaja turca. Pero con constantes pérdidas el ataque y regalando faltas al rival, volvió el dominio del Cukurova, llegando a ponerse en este cuarto 16 puntos arriba. Las zaragozana­s pecaron también en los tiros libres, una estadístic­a importantí­sima en partidos como este, que los podían decidir detalles como esos. Además, con la poca presencia de Mariona Ortiz, uno de los pilares de este equipo, se notaba que el Casademont estaba sufriendo en la pista. Pero en los últimos minutos de la primera parte las visitantes dieron un arreón final gracias a los triples de Pointer y Fiebich para el 44-33 al descanso.

Algo de mucho mérito fue como el equipo consiguió neutraliza­r a Marina Mabrey desde el principio del partido. La americana llegó al final de la primera parte con tan solo cuatro puntos anotados y ningún triple convertido.

Este tercer cuarto fue el que sentenció al Casademont. Tan solo fueron capaces de anotar ocho puntos durante los diez minutos, estancadas en 38 puntos durante demasiado tiempo. Ante esta situación, las turcas fueron con el cuchillo entre los dientes y se llegaron a colocar veinte puntos arriba. El equipo sufrió una desconexió­n en ataque que le condenó. Solo hace falta mirar al parcial de este cuarto, 21-8 a favor de las turcas.

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LAS PÉRDIDAS A pesar de esta abrumadora diferencia, las jugadoras del Casademont no tiraron la toalla, y siguieron buscando la manera de ir recortando diferencia­s. Pero debido a la baja eficacia en el ataque no consiguier­on acercarse lo más mínimo. Otra vez tuvieron demasiadas pérdidas en ataque no forzadas, que daban balones constantes a sus rivales. Además, el final del partido estuvo manchado por la actitud antideport­iva de Marina Mabrey, quien no tuvo su partido ante el Casademont. La americana vio dos técnicas seguidas so

 ?? FIBA ?? Vega Gimeno intenta robar el balón a Marina Mabrey en el partido disputado en Mersin, en Turquía.
FIBA Vega Gimeno intenta robar el balón a Marina Mabrey en el partido disputado en Mersin, en Turquía.

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