Suecia entra en la OTAN y amplía el músculo aliado en el Báltico
El país se convierte ➲ formalmente en el 32º miembro de la Alianza
Suecia es ya miembro de la OTAN y su bandera ondeará desde el próximo lunes junto a la del resto de 31 países aliados en el cuartel general de la Alianza Atlántica, en Bruselas. El secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, informó ayer al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que «todos los Estados
miembros de la OTAN», incluida Hungría, han aceptado el protocolo de adhesión por lo que, cumplidos los últimos trámites, Suecia se convierte oficialmente en el 32º país aliado. «La adhesión de Suecia hará a la OTAN más fuerte, a Suecia más segura y a toda la Alianza más segura», proclamó el noruego.
Los últimos trámites terminaron de completarse en Washington. «El 7 de marzo de 2024, las condiciones para la entrada en vigor fijadas en el artículo II del protocolo del Tratado del Atlántico Norte sobre la adhesión del Reino de Suecia se han cumplido», informó la secretaría de Estado de EEUU. «Es un día histórico. Suecia ocupará ahora el lugar que le corresponde en la mesa de la OTAN, con voz y voto en igualdad de condiciones a la hora de configurar las políticas y decisiones de la Alianza», destacó horas después el exprimer ministro noruego recordando que la incorporación del país nórdico demuestra que la puerta de la OTAN «sigue abierta» y que cada nación –aunque sin mencionar expresamente a Ucrania– «tiene derecho a elegir su propio camino».
El Gobierno sueco solicitó el ingreso en la OTAN el 18 de mayo de 2022, al mismo tiempo que Finlandia. Una decisión provocada por la creciente inquietud de ambos países a raíz de la invasión rusa de Ucrania y las continuas amenazas de Putin. No obstante, tuvieron que lidiar con las reticencias de Hungría y de Turquía, que bloquearon la incorporación, en el caso turco por las dudas en cuanto a la cooperación en materia antiterrorista de Estocolmo y Helsinki.
Finalmente, ambos países levantaron su veto a Finlandia en abril de 2023, permitiendo su ingreso en la organización, pero quedó pendiente el visto bueno a Suecia que ha requerido de mucha diplomacia y negociaciones a varias bandas. Hasta el punto de que el Parlamento turco tardó 20 meses en dar su aprobación por las dudas del Gobierno de Erdogan que consideraba que Suecia no hacía lo suficiente el PKK y el terrorismo. Algo más ha tardado Hungría, cuyo parlamento no terminó por despejar el camino hasta el 26 de febrero.
El último obstáculo se superó el martes cuando el presidente húngaro, Tamás Sulyok, ratificó la decisión, lo que ha permitido al Gobierno sueco depositar los documentos de adhesión. «Suecia está preparada para asumir su responsabilidad en materia de seguridad euroatlántica», aseguraba a finales de febrero Kristersson, que ayer se dirigió a los suecos en un discurso a la nación. «Tras más de 200 años de no alineamiento, Suecia disfrutará ahora de la protección que le otorga el Artículo 5, la máxima garantía de libertad y seguridad de los Aliados. Suecia aportará unas fuerzas armadas capaces y una industria de defensa de primera clase», celebró Stoltenberg.