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La psiquiatra Nuria Núñez, que ejerce su profesión en Zaragoza, presentó ayer en la capital aragonesa el libro Los niños también se deprimen (La Esfera de los Libros), una guía dirigida a padres y madres para que sepan detectar a tiempo trastornos serios en sus hijos e hijas, como depresión, ansiedad, autismo o hiperactividad y la falta de atención (TDAH).
– Un niño de 8 años está triste por la muerte de su abuelo. En el colegio recomiendan llevarlo al psicólogo. ¿Qué le parece?
– Mal. Tenemos que normalizar las emociones. Un duelo es una pérdida, ya sea por la muerte de un ser querido o una ruptura sentimental, por ejemplo, el divorcio de los padres. Esa pérdida va a asociada a una emoción, la tristeza. Hay que transitarla con normalidad y aceptar que podemos estar tristes y que nuestro hijo también lo está. A veces lo que queremos es evitar el sufrimiento de nuestro hijo, pero tenemos que tolerar el malestar de nuestro hijo (también el nuestro) y validarlo.
– Sabemos que el 60% de las depresiones en la infancia no se detectan y que el 70% no se tratan correctamente. Sí que recomienda hacer una consulta en psicología o psiquiatría si vemos cambios en nuestro hijo.
–Sí. Cuando esté mucho más inquieto que los demás o mucho más triste. O que sea especialmente movido. Si un niño hace cosas diferentes al resto no significa que haya que patologizar la situación, pero sí ponerlo en contexto o estar en alerta. Una primera cita no significa tratamiento.
– Tener ansiedad es natural, pero no tiene nada que ver con sufrir un ataque de ansiedad o pánico.
– Un ataque de ansiedad es cuando la cabeza piensa que hay un peligro grave y tienes reacciones fisiológicas porque tu cerebro cree que estás en peligro: sensación de muerte y de que pasarán cosas raras. Hiperventilas, el corazón se te acelera, se te adormilan las manos. Hay jóvenes que dicen que tienen un ataque de ansiedad ante un examen, pero no es correcto.
– ¿Los niños y los adolescentes pueden sufrirlos?
– Sí, claro. Lo que no puede tener nadie son cinco ataques de ansiedad
en una mañana, como escucho a veces que dicen los jóvenes. El cuerpo no lo puede aguantar. El ataque de ansiedad te deja, literalmente, hecho polvo.
– ¿Por qué se dan?
– Un ataque de ansiedad puede aparecer de la nada, no tiene por qué haber un trastorno de base. Cuando aparece lo interesante es ver por qué. En una primera consulta se
puede valorar hacer psicoterapia o acompañarla también de medicación, que sería conveniente si hay un trastorno de ansiedad generalizado.
– Hablemos de depresión infantil. ¿Es frecuente?
–Hay estudios que hablan de una prevalencia del 0,5% en población escolar, pero hay un problema de infradiagnóstico.