Moncloa minimiza las pesquisas abiertas por la Fiscalía Europea
El Gobierno blinda a sus cargos señalados por el Partido Popular
Las «responsabilidades políticas» del caso Koldo empiezan y terminan en el exministro José Luis Ábalos. Esta es la línea que transmiten tanto en Ferraz como en Moncloa ante las diferentes filtraciones sobre las investigaciones de la trama que extienden la sospecha sobre vínculos de la trama con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, o algunos ministros, principalmente el titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. En Moncloa hablan de «absoluta integridad y honestidad» de Torres y Armengol, así como de otros cargos en los que el PP ha puesto el punto de mira. Tras analizar el sumario y frente a los ataques del PP, la decisión del Ejecutivo para por reforzar el blindaje de los suyos.
Las mismas fuentes del Gobierno también minimizan que la Fiscalía Europea haya abierto investigaciones. Consideran que es lo lógico al tratarse de fondos europeos, pero calculan que en un año o año y medio se cerrarán las pesquisas sin determinar responsabilidades. «La Fiscalía española ya ha tomado decisiones», añaden. Así lo aseguraba ayer, después de saberse que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno acordase remitir a la Fiscalía Europea el informe de la Oficina Nacional de Inspección del Fraude (ONIF) que desgrana la operativa de las adjudicaciones para la compra de mascarillas por más de 53 millones de euros obtenidas por los empresarios de la trama Koldo en 2020, a través de sus contactos en el Ministerio de Transportes entonces dirigido por José Luis Ábalos.
«Ninguna preocupación», transmiten las mismas fuentes para poner en valor que «lo más importante es cómo se actúa frente a la corrupción». Y ponen como ejemplo la expulsión de José Luis Ábalos, aunque no esté siendo investigado, rapidez y colaboración con la justicia. Una actitud que contraponen a la del PP en los casos de corrupción que lo salpican.
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encargó esta semana de apuntalar un muro de protección tanto a Armengol como a Torres. Ambos han sido puestos en la diana por el PP porque cuando eran presidentes de Baleares y Canarias, respectivamente, sus gobiernos contrataron mascarillas con la empresa investigada en el caso Koldo. En el caso de Armengol, además, la Fiscalía Europea ha abierto una investigación porque el lote
de mascarillas adquirido por 3,7 millones era inapropiado para uso hospitalario y se realizó con fondos de la UE. Para ello, el jefe del Ejecutivo quiso acotar esta crisis a «casos concretos» y diferenciarla de la corrupción que salpicó a anteriores gobiernos del PP. «Los momentos en los que hubo corrupción institucionalizada, protegida e, incluso, estructurada, pasaron», aseguró el miércoles desde Brasil.
Como parte de este blindaje, y dando cuenta de que no hay dudas sobre que las responsabilidades políticas ya han sido depuradas, Sánchez arremetió contra lo que denominó «estrategia del ventilador»: «Defender la democracia y luchar contra casos de falta de ejemplaridad y de corrupción es no infundir bulos, descalificaciones e insidias».