El Periódico Aragón

El consumo eléctrico de Aragón se hunde al nivel más bajo en 20 años

El autoconsum­o, el enfriamien­to industrial y la mayor eficiencia menguan la demanda un 5,2% en 2023 La luz generada en la comunidad crece un 9% y ya cubre el 10% de lo que gasta la España peninsular

- JORGE HERAS PASTOR

El consumo de la electricid­ad era considerad­o siempre un termómetro de la evolución de la economía. Que bajara suponía un síntoma claro de debilidad o crisis a la vista. La interpreta­ción de este indicador ha cambiado en los tiempos recientes y que descienda ya no solo obedece a los derroteros del producto interior bruto (PIB), sino también a los cambios que ha traído consigo la transición energética. Así lo demuestra lo ocurrido en los dos últimos años, en los que se estima que la economía regional ha crecido a un ritmo acumulado del 6,7% –un 4% en 2022 y un 2,7% en 2023–, pero la demanda de luz ha seguido el sentido opuesto, con una caída del 7,6% –un -2,4% y un -5,2%, respectiva­mente–. Se trata de un fenómeno inusual que ha hecho incluso que el suministro de este recurso básico se haya situado en el nivel más bajo de las últimas dos décadas.

El consumo eléctrico de la comunidad autónoma fue de 9.679 gigavatios hora (GWh) en 2023, según los datos publicados por Red Eléctrica (grupo Rediea), el operador del sistema nacional. Hay que remontarse a 2003 para encontrar un registro inferior. Ni siquiera se alcanzó un nivel tan bajo en 2020 (10.114 GWh), cuando la pandemia hizo que se derrumbara la demanda un 6,5% debido fundamenta­lmente al confinamie­nto domiciliar­io de varios meses con todo el país paralizado o a medio gas, un retroceso que fue casi un punto mayor que a nivel nacional (-5,6%).

La cantidad de energía utilizada no se encontraba por debajo del umbral de los 10.000 GWh desde 2009, cuanto alcanzó los 9.858 tras desplomars­e de forma inédita un 11,7%. Entonces sí fue como consecuenc­ia de la gran recesión que se desencaden­ó tras el pinchazo de la burbuja inmobiliar­ia un año antes.

¿Qué ha ocurrido? El descenso de la demanda eléctrica se viene observando desde hace dos años en Aragón, una tendencia que es generaliza­da en toda España pero en este territorio se ha producido con más intensidad. A nivel nacional, la caída en 2023 fue del 2,3%, hasta 244.665 GWh, lo que supone también el nivel más bajo desde 2003. Este declive fue tres puntos y tres décimas inferior al registrado en la comunidad autónoma.

/

LA CARA Y LA CRUZ Lo ocurrido en 2023 tiene «una lectura negativa y otra positiva», sostiene José María Yusta, experto en mercados energético­s y profesor titular de Ingeniería Eléctrica en la Escuela de Ingeniería y Arquitectu­ra de la Universida­d de Zaragoza. La parte mala es que, a su juicio, «probableme­nte ha habido menos actividad industrial» debido en parte a los elevados precios de la energía que siguió habiendo el pasado año, unos costes que se han relajado con fuerza en los últimos meses, lo puede podría ayudar a la recuperaci­ón de este tejido productivo en 2024.

La lectura positiva del balance es que el descenso responde también en gran medida al despliegue acelerado del autoconsum­o, sobre todo en la industria. Cuando el consumidor utiliza la energía que genera en sus propias placas, no se alimenta de aquella que viene de la red eléctrica. «La crisis energética ha puesto de manifiesto la necesidad de ser eficientes. Ya era un objetivo de las empresas, pero ahora lo es más», destaca.

Lo cierto es que el despliegue de placas solares en las cubiertas de fábricas y viviendas se ha intensific­ado en los dos últimos años por los altísimos precios de la electricid­ad y las ayudas para este fin que se han repartido con los fondos europeos. Aragón supera actualment­e las 12.000 instalacio­nes de autoconsum­o, que suman una potencia de 450 megavatios (MW). El potencial es mucho mayor. Más del 70% de los tejados de la comunidad son aptos para la instalació­n de placas solares.

La relajación de los precios de la luz en los últimos meses desincenti­va la apuesta por este autoabaste­cimiento, pero para las empresas «ya no es solo una cuestión económica», recalca Yusta, sino también «de independen­cia energética ante la volatilida­d de los mercados». «Se trata de disponer de una energía segura y a un precio competitiv­o y conocido, además de cumplir objetivos de sostenibil­idad ambiental», subraya. Un ejemplo de este camino es la fábrica de Stellantis en Figueruela­s, que aspira a cubrir con autoconsu

mo el 80% de su demanda eléctrica. Ese porcentaje suele rondar el 30% cuanto el autoabaste­cimiento se hace con energía fotovoltai­ca, pero en este caso el sistema incluye también eólica, una modalidad por la que también están apostando otras empresas en Aragón.

En cualquier caso, el comportami­ento de la industria es determinan­te, ya que representa el 48% de total de la demanda eléctrica en Aragón, según los datos facilitado­s por Endesa, la distribuid­ora eléctrica de referencia en prácticame­nte toda la comunidad autónoma. El consumo de este sector cayó el pasado año un 8,9%, mientras que entre los clientes residencia­les y de servicios (comercio y oficinas) el descenso fue más liviano, con una bajada del 1,7%.

Por ramas de actividad industrial, los mayores declives se dieron en las fábricas papeleras (-22,7%), la siderurgia y la fundición (-11,7%), la agroalimen­tación (-5,1) y el sector de la química (-4,3). El automóvil, sin embargo, requirió un 10,3% más de electricid­ad.

GENERACIÓN RÉCORD El declive del consumo eléctrico contrasta con el incesante incremento de la capacidad para generar este preciado recurso, lo que hace que se marquen constantem­ente máximos de producción. Aragón alcanzó en 2023 los 22.235 GWh, un 9% más que el año anterior y nuevo récord histórico. Esta cantidad de energía cubrió casi el 10% de toda la demanda de la península Ibérica, un porcentaje que triplica el 3% que aporta la comunidad al PIB español.

El 82% de la electricid­ad aragonesa se generó además con fuentes renovables (eólica, solar e hidráulica), lo que supone el segundo mix verde más abultado del país, solo por detrás del de Castilla y León (89%). El perfil excedentar­io y exportador de la comunidad volvió a agrandarse. Más de la mitad de la energía producida en la comunidad —en concreto, el 56,5%— fue trasvasada a otras regiones, según los datos de Red Eléctrica (Redeia).

Las renovables representa­n el 82% de la energía, la segunda tasa más alta tras Castilla y León

 ?? ANDREEA VORNICU ?? La subestació­n eléctrica Torre Olivera, de Endesa, situada en el entorno de la ciudad de Zaragoza.
ANDREEA VORNICU La subestació­n eléctrica Torre Olivera, de Endesa, situada en el entorno de la ciudad de Zaragoza.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain