El Periódico Aragón

I-B TPTUFOJCJM­JEBE BZVEB B MB JOEVTUSJB B NFKPSBS TVT DVFOUBTu

Director general del centro tecnológic­o Circe

- J. H. P.

El centro tecnológic­o Circe ha cumplido 30 años, una trayectori­a en la que se ha consagrado como uno de los principale­s actores del ecosistema innovador de Aragón, además de posicionar­se entre los cinco primeros a nivel europeo en el campo de la energía. El Gobierno de Aragón, la Universida­d de Zaragoza y Endesa son los patronos principale­s de una entidad que dirige desde 2016 Andrés Llombart (Alcañiz, 1970).

– ¿Qué balance hace de estas tres décadas?

– Es muchísimo tiempo. Destacaría tres etapas. La primera fue la creación, que empezó trabajando con la térmica de carbón de Andorra para su optimizaci­ón y reducción de emisiones. Utilizábam­os para ello los primeros programas informátic­os, que eran la inteligenc­ia artificial, la digitaliza­ción y la big data de hace 30 años. El nacimiento fue gracias al impulso de nuestros dos grandes popes: Antonio Valero y Mariano Sanz. Luego, entre 2004 y 2010, hubo un crecimient­o muy importante. Empezamos a entender qué debíamos hacer, sobre todo transferir conocimien­to y ser un centro tecnológic­o. Y en los últimos cinco años hemos vivido una etapa de profesiona­lización y de definición del modelo de desarrollo. Hemos asentado qué somos y qué queremos hacer.

– ¿Y qué quieren hacer?

– Que nuestras investigac­iones lleguen a buen puerto en dos, tres o cuatro años, al mismo ritmo que llevan las empresas. Tenemos que ser capaces de solucionar los problemas de hoy con soluciones novedosas. Transferir cuanto antes.

– ¿Cuáles son los proyectos de más éxito que ha impulsado?

– Por un lado, en todo lo que tiene que ver con la digitaliza­ción de las líneas eléctricas. Y a eso se unen las renovables, que supone un reto de gestión para la red eléctrica. En esto estamos muy bien posicionad­os y somos una referencia. Redeia, Iberdrola, Endesa Acciona o EDP nos tienen muy en cuenta. Otra de nuestras líneas es la sostenibil­idad de la cuna a la tumba, la eficiencia en los recursos. Entender que cuando diseñas algo, utilizar la opción más reciclable puede ser la mejor. El cuarto pilar es la eficiencia energética industrial.

– ¿Cómo ha evoluciona­do el mercado al que se dirigen?

– Las empresas cada vez son más consciente­s de que la digitaliza­ción, la eficiencia energética y la búsqueda de mejora de los procesos son clave para su rentabilid­ad. A la vez tenemos un mundo con más renovables y una red eléctrica más compleja pero gestionabl­e gracias al avance de la tecnología­s.

– ¿Qué retos se marca el Circe para los próximos años?

– En redes eléctricas y renovables,

mantenerno­s en la frontera del conocimien­to para todos los retos que hay. En la industria, el desafío es seguir convencien­do y demostrand­o que la eficiencia energética y la sostenibil­idad no son una moda sin más, sino prácticas que mejoran tu cuenta de resultados.

¿No se lo creen?

–Es difícil de creer que alguien que viene de fuera sea capaz de mejorar algo en lo que tu estás todos los días. La mejor manera de convencer es con ejemplos. Y los tenemos en Seat, Ebroacero, Cefa o Linamar. Tenemos que convencer a la industria de que le podemos hacer ganar más dinero.

– ¿Va por el buen camino esa transición energética?

– La apuesta es muy retadora. El final que ha dibujado Europa es consistent­e y bueno, el problema es que a mitad de camino siempre hay momentos de duda. Es una apuesta delicada y que a todo el mundo no favorece, pero es acertada. Cuanto más dependamos de las renovables, que son autóctonas, y menos del gas o el petróleo, tendremos mayor resilienci­a como continente. Europa se la está jugando. Debemos ser todos lo suficiente­mente ágiles y listos para llevar el barco a buen puerto.

– Aragón juega un papel protagonis­ta en ese cambio, ¿pero saca el suficiente jugo a las renovables?

– Creo que se lo está empezando a sacar. Cada vez hemos sido más consciente­s de que tener energía en el territorio puede ser un factor de atracción de otro tipo de actividad. Se está empezando a notar con los centros de datos. Hay muchas empresa a las que les viene bien estar cerca de ellos.

– ¿El hidrógeno verde es un solución realista?

– Puede ser una solución, pero va un poco detrás de las baterías de almacenami­ento energético, que están dos o tres pasos por delante. De momento, es una tecnología más a largo plazo, pero puede haber avance tecnológic­o que produzca una disrupción y todo cambie.

– ¿En qué ha quedado el sueño de convertir Aragón en el Silicon Valley de las renovables?

– Hablar de Silicon Valley son palabras mayúsculas. Aragón ha logrado convertirs­e en un referente en energías renovables. El Circe es un trocito más del ecosistema que se ha creado, con un clúster de energía muy potente. La comunidad ha conseguido que este sea un sector importante de su economía.

«Tenemos que dar el salto internacio­nal para que también las empresas de fuera confíen en nosotros»

– El centro ha duplicado casi su plantilla en cinco años.

– El Circe es un motor que ayuda al desarrollo de Aragón, en la retención del talento y en visualizar a esta tierra desde un punto de visto más tecnológic­o e innovador. Somos más consciente­s que nunca de ese papel que jugamos.

– ¿Por dónde pasa su futuro?

– Por reforzar lo que ya tenemos. Si nos comparamos con otros centros tecnológic­os europeos, somos relativame­nte pequeños. Pero cuando sabes hacer algo muy bien, hay que mantenerse ahí porque es lo que está valorando el mercado. Tenemos que dar el salto internacio­nal para que no solo las empresas españolas sino las europeas o mundiales confíen en nosotros en redes eléctricas, tecnología­s de reciclado o renovables.

 ?? MIGUEL ÁNGEL GRACIA ?? Andrés Llombart, director general del Crice, en las instalacio­nes del centro.
MIGUEL ÁNGEL GRACIA Andrés Llombart, director general del Crice, en las instalacio­nes del centro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain