Una experiencia «sanadora» que invita a empatizar
Contar su experiencia, su vida, es un paso importante para las alumnas del Proyecto Explora. Cada una lo vive de forma diferente. «Me sentí muy nerviosa y angustiada pensando que me iba a salir mal, pero al final me di cuenta de que hicimos un buen trabajo», aseguró una de las estudiantes tras impartir una charla. Otra reconocía estar «nerviosa», pero al mismo tiempo «sabía que era un tema que se necesitaba hablar. Creo que se genera más empatía cuando se habla de un tema que ha sido vivido desde una perspectiva personal y hacia un público de tu misma edad que cuando lo hace un profesional adulto».
Una tercera ve estos encuentros como «una gran oportunidad tanto para nosotras como para el centro, hablar y comprender la grave situación que hay actualmente sobre la salud mental. Al principio, tenía los nervios a flor de piel, aunque al final nos soltamos y pudimos abordar la situación. Fue magnífica. Repetir este proyecto nos brindaría otra oportunidad para reflejar nuestras experiencias. El sentimiento de plenitud de poder hablar y expresarte sin miedo al rechazo es incomparable». Y una cuarta también quiso explicar cómo se sentía: «Formar parte de este proyecto fue una experiencia muy sanadora por el hecho de poder ayudar a otras personas que puedan estar en situaciones parecidas a las que hemos pasado mis compañeras y yo. Por ejemplo, que igual no saben muy bien cómo pedir ayuda, ya que es un tema del que no se habla mucho, siento que pueden empatizar más con nosotras. Para los jóvenes que estén pasando situaciones parecidas queremos decirles que lo más importante es pedir ayuda y que no están solos».
También opinaron los alumnos, que calificaron de «valientes» a las chicas por «explicarnos este tema». Uno de los mensajes también pedía ayuda pero «sin que se enteren mis padres».