Portugal acude a las urnas con la amenaza de la ultraderecha
Sin mayorías claras, ➲ las encuestas apuntan a una victoria de la coalición conservadora Los socialistas ➲ siguen en la batalla y confían en captar el voto útil de la izquierda
Portugal acude hoy a las urnas en unas elecciones legislativas sin mayorías claras. Los últimos sondeos apuntan a una ajustada victoria de la coalición de derecha Alianza Democrática (AD) frente a un Partido Socialista (PS) que sigue confiando en mantenerse en el Gobierno, a pesar de la inesperada dimisión de António Costa como primer ministro el pasado noviembre. La apresurada salida de Costa, tras su vinculación con un presunto caso de corrupción, ha acabado con la cómoda mayoría absoluta obtenida hace apenas dos años y ha dado alas a Chega, el partido de extrema derecha, que se consolidará como tercera fuerza , según los pronósticos.
El último gran sondeo, publicado por la televisión pública RTP y por el diario Público en la recta final de la campaña, da la victoria a AD con el 34% de los votos. La coalición, formada por el Partido Social Demócrata (PSD) –el principal partido de la oposición– junto a los partidos de derechas CDS y PPM, confía en lograr el apoyo su
ficiente para poder gobernar junto a Iniciativa Liberal, formación que irrumpió en el Parlamento como cuarta fuerza política en 2022. El líder del PSD y candidato de AD, Luís Montenegro, ha tratado de convencer a los electores con bajadas de impuestos y con un plan de respuesta para reducir las largas listas de espera en la sanidad pública.
Los socialistas, en segunda posición en las encuestas con cerca de un 28% de los votos, siguen dispuestos a dar batalla y confían en
captar el voto útil de la izquierda en la recta final de la campaña. Su líder, el exministro de Infraestructuras Pedro Nuno Santos, ha agitado el fantasma de la austeridad del último Gobierno de centroderecha, comandado por el exprimer ministro Pedro Passos Coelho, y ha apelado al voto para su partido para frenar a la ultraderecha. «Los avances de otros partidos sólo se pueden detener si ganamos las elecciones», afirmó Santos en el último día de campaña. La estrategia del voto útil ya les funcionó en 2022, cuando consiguieron captar a una buena parte del electorado de izquierdas a costa de sus antiguos socios parlamentarios, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués.
El escenario en esta ocasión es mucho más adverso para los socialistas, con un tablero político más escorado a la derecha. Los ultraderechistas de Chega han experimentado un ascenso meteórico desde su fundación hace poco más de cinco años. Del pírrico 1,29% de los votos obtenido en 2019 podrían pasar al 16% de los apoyos en esta ocasión, en gran parte gracias a su discurso populista y contra la corrupción.
/ ELECTORADO CANSADO Tanto el caso de corrupción que acabó con el Gobierno de Costa como el reciente escándalo ocurrido en el Gobierno autónomo de Madeira, que provocó la dimisión del presidente del archipiélago –el socialdemócrata Miguel Albuquerque– han activado el voto de protesta de un electorado cansado de los partidos tradicionales. Los socialistas confían, sin embargo, en mantener el apoyo de los electores gracias a la buena gestión económica del Gobierno en los últimos ocho años, marcada por el crecimiento económico, la mejora de los salarios y la contención de la inflación .
Santos ha contado con el apoyo de Costa en varios actos de campaña, algo que da buena muestra de los intentos de los socialistas por defender esta gestión pese a que existe una causa judicial abierta contra el exprimer ministro.