¿Qué camino elegir?
Julio Velázquez en la previa del encuentro ya adelantó que «la situación nos hizo llegar al partido ante el Amorebieta con mucha ansiedad, dudas y miedos». Cuando hay varios resultados adversos, es verdad que la autoconfianza tanto individual como colectiva suele dañarse. ¿Cómo gestionar estas emociones?
Por un lado está el trabajo semanal para liberar al jugador de esa carga emocionalmente negativa y por otro lado hay que seguir analizando tu camino como bloque, en todos los aspectos. La diferencia puede estar en que tengas una identidad como equipo consolidada, con lo cual cada jugador tiene asimilado su rol, y a la cual puedas darle unos matices en función de tu situación o de la propuesta de tu rival, o que no la tengas...
Una vez conocido el once inicial del Real Zaragoza en Valladolid, las características de esos jugadores e intuyendo la estructura a utilizar en los primeros instantes, uno podía pensar que el plan de partido sería intentar hacerse con la iniciativa del juego; salida de tres con los centrales, cuatro jugadores interiores (con Lucas Terrer metiéndose dentro con Moya, Grau y Mesa) buscando superioridad en esa zona, con Gámez y Valera dando amplitud y profundidad por fuera y con Iván Azón en punta de ataque.
Para ello hay que tener una salida de balón limpia desde atrás e ir encontrando a tus peloteros, circunstancia que no ocurrió ya que ante cierta amenaza rival no se encontraron soluciones y todo se redujo a mucho juego directo sobre Iván. Sin éxito, lógicamente. En el segundo tiempo, el equipo consiguió tener más la iniciativa pero sin generar ocasiones. Un gol realizado en los últimos cinco partidos... Y en el apartado defensivo lo cierto es que el rival no te generó muchas ocasiones pero tampoco se vio un bloque compacto, intenso y agresivo. Muy permisivos en el primer gol.
En definitiva, toca elegir un camino, un plan, una idea que te identifique y que normalmente vaya acorde a las características de tus jugadores para ir consolidándola.