La lista de espera en dependencia se duplica en los últimos dos años
Las personas pendientes de valorar ascienden a 5.445 y casi mil fallecieron sin ser reconocidas El informe de 2023 señala que en la comunidad se «abusa» de los servicios de bajo coste
Los datos de la dependencia en Aragón siguen siendo sonrojantes. Así lo señala el XXIV dictamen del Observatorio de la dependencia de Aragón, que dictamina que en dos años la lista de espera ha crecido un 107%, es decir, se ha duplicado, pasando de 2.674 a finales de 2021 a 5.545 a finales de 2023, la cifra más alta desde 2011, pese al incremento de la financiación, sobre todo por parte del Estado. Con respecto al 31 de diciembre de 2022 ha crecido en 1.243 personas; y respecto a hace una década, se ha incrementado un 125%. En cuanto al aumento de presupuesto no es tanto autonómico como nacional, ya que el plan de choque del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez, supuso un aumento de 22,3 millones, de los que solo 1,6 fueron aportados por el Gobierno de Aragón. Este es un «dato positivo», resume Gustavo García, representante en Aragón de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, ya que ha habido nueve comunidades que «han bajado». Pero Aragón suspende a nivel global, con una puntuación de 4,4 puntos, siendo la undécima comunidad en el ranquin, compartiendo nota con País Vasco, con solo cinco peor calificadas.
Los datos con los que se elabora el informe son oficiales, los que aporta el Imserso. Por su parte, el Gobierno de Aragón hizo público el sábado que en las listas de espera están 4.314 aragoneses, pero hizo hincapié en la bajada del 10% (hasta los 1.717) de los que llevaban seis meses de espera.
Ese aumento de financiación permitió atender a 2.787 personas dependientes más, con un incremento del 7,4%, mientras que la media del conjunto de las comunidades lo hizo en un 7,5. También fue posible reducir el limbo de la dependencia hasta 845 personas no reconocidas, la más baja del estado. En el último año ha superado la barrera de las 40.000 personas dependientes atendidas, la cifra más alta desde 2011. Sin embargo, ahí «terminan los buenos datos», resume García, ya que ese tiempo de espera desde que se valora la dependencia hasta que se comienza a recibir la prestación ha «bajado mucho porque no se valora». Y de hecho, a finales de diciembre había un total de 5.545 personas esperando la resolución de un grado (casi un 12% frente al 14,3% de media nacional). Y si se suma a aquellos que están en ese limbo, ascienden a 6.390. Otro dato a destacar es que entre diciembre de 2022 y diciembre de 2023 fallecieron en Aragón un total de 972 personas en la lista de espera sin haber sido reconocidas.
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CASI «UN AÑO» EN ZARAGOZA A Gustavo García le gusta «hablar de personas más que de cifras» y reconoce que el tiempo de espera varía mucho según donde se viva. La media es de 190 días desde que se comienza el trámite hasta que determinan si se tendrá una ayuda o un servicio. Por ejemplo, hay en comarcas donde «el tiempo de valoración es muy rápido», sin embargo, en Zaragoza llega casi a «un año».
Pero hay que tener en cuenta que la comunidad «es una de las que más abusa de los servicios de bajo coste». Aragón cerró el año 2023 con 8.176 nuevas prestaciones frente a las 2.263 del ejercicio anterior. Del total, un 60% corresponde a Teleasistencia (4.887) y el 19% a la Prestación económica vinculada al servicio (1.553). Esto supone, explica García, que, como no hay plazas en las residencias, el Ejecutivo aporta una cantidad para buscar acomodo al dependiente. La media de esta prestación en Aragón es de 370 euros. En « las zonas rurales, quizá, pero en Zaragoza es imposible encontrar una residencia por menos de 2.000 euros», reconoce. El 12% de las ayudas corresponde a prestaciones por el cuidado familiar, que son «las más baratas» y suponen «el 40% del total». Sirven de apoyo económico para «cuidar en casa» a los grandes dependientes. La ayuda es de 204 euros, un dinero con el que «es imposible atender a un dependiente severo» y, además, son en su mayoría, mujeres las que dejan de traba
jar y las que reciben esa prestación por el cuidado. Estas cifras están muy por debajo de la media nacional ya que son 515 euros en el caso de la prestación vinculada al servicio y de 240 de media para el cuidado del familiar. «Damos más prestaciones pero pagamos menos», insiste.
El resto de los datos son meras tasas de reposición, ya que el 1,4% es para residencias (113), el 1,1 para Centros de Día (90) y el 2,1% de Ayuda al domicilio (169); pero en este caso la media de horas es de 19, mientras que a nivel nacional es de casi 34.
Destaca también García el pago por plaza concertada en las residencias, que es de 52 euros y con eso «¿cómo se va a atender bien y con sueldos dignos?», se pregunta. Y de forma gráfica se responde: «se paga más por dejar el coche todo el día en un parquin que poder dejar a un dependiente en una residencia».
Eso da como resultado que el promedio de gasto público por dependiente en Aragón sea de algo menos de 4.200 euros, un 34% menos que la media nacional. Y «teniendo en cuenta la población envejecida, la media de gasto público por habitantes es de 123 euros, casi un 30% menores que la media nacional, que asciende a 175 euros».
Para el representante en Aragón de la Asociación de directores y gerentes de servicios sociales, el problema es «la financiación» pero ya no es «excusa» que el Gobierno de España no aporte el 50% de la financiación en dependencia, ya que el año pasado fue del 52% nacional y el 48% autonómico. El Gobierno de Pedro Sánchez ha aportado casi 3.800 millones a nivel nacional; así que «la culpa no es del estado».
El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia también genera empleo: más de 8.289 puestos de trabajo directos; y con el plan de choque alrededor de 861 en el último año, con una tasa de creación de empleo de 44,3 puestos por millón de euros invertido, superior a la media nacional, que no llega a 41.
Las ayudas por cuidados son de 204 € y las de atención residencial, de 370, totalmente «insuficientes»