Las víctimas piden no «blanquear» a sus responsables
La AVT llama a «no olvidar lo que sucedió» y rechaza «el silencio» en torno al atentado
El presidente Azcón y Nolasco critican a los socialistas por sus pactos con EH Bildu
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) recordó ayer a los fallecidos en los atentados del 11 de marzo de 2004 en un acto conmemorativo que tuvo lugar en Zaragoza, donde su delegada en Aragón, Lucía Ruiz, reclamó recordar y homenajear a los fallecidos, pero no «blanquear» a los responsables de sus muertes. Presente en el homenaje estuvo el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, quien llamó a «la unión frente a la división». El líder del Ejecutivo autonómico manifestó que «todas las personas de bien» deben posicionarse «contra el terrorismo, sin distinguir entre terroristas buenos y malos».
«Se cumplen 20 años del peor atentado de la historia cometido en Europa. Dos décadas desde que España sintió que el tiempo se detenía, el silencio imperaba en cada rincón y miles de vidas se rompían en pedazos», rememoró Lucía Ruiz al inicio de su intervención en el acto.
Señaló que, en un mundo cada vez «más individualista», aquel 11 de marzo de 2004 la «empatía» llevó a muchas personas a volver a entrar en los trenes afectados por las explosiones para ayudar a las víctimas, «sin saber si podía volver a estallar otra bomba», también a que los taxistas apagaran sus taxímetros y a que los sanitarios demostrasen que su compromiso iba más allá del juramento hipocrático». «Se produjo el mayor acto de solidaridad que se recuerda», añadió.
En la actualidad, la consigna en lo que se refiere a las víctimas del terrorismo es «que miréis hacia otro lado», pero aquel 11 de marzo «no atacaron a nadie en concreto, sino a toda España».
Lo vivido por las víctimas del terrorismo es «totalmente injustificado, sin dobles lecturas ni excusas» y sus consecuencias incluyen estrés postraumático, depresión y ansiedad, «algo a lo que se enfrentan 20 años después las víctimas del 11M».
La delegada de la AVT en Aragón criticó que se pretenda «silenciar y esconder bajo una alfombra» a las víctimas de terrorismo: «¿Cómo quieren que olvidemos y que pasemos página? No queremos, pero sobre todo no debemos».
Bajo esta consigna emplazó a que los afectados cuenten su historia a los jóvenes, porque «no es posible mirar al futuro sin recordar y hay que hacerlo para homenajear a nuestros muertos, pero también para no blanquear a los responsables de tanto dolor y sufrimiento».
En este sentido, Lucía Ruiz recalcó la importancia de que las nuevas generaciones «pongan cara y nombre» a los responsables
por acción y por omisión, «a los que apretaban el gatillo y a los que accionaban las bombas, pero también a los que les aplaudían y les defendían desde las instituciones».
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UN MENSAJE DE UNIÓN Sin mencionarlo explícitamente, Azcón entró en la actualidad política y señaló a los pactos entre PSOE y EH Bildu, tanto a nivel nacional como a nivel autonómico. «Es un día para lanzar un mensaje de unión frente a la división, porque los demócratas deben estar en contra del terrorismo y no debe haber división entre terroristas buenos y malos», afirmó el presidente, que señaló que «no hay violencia buena y mala, solo violencia que debe ser condenada por todas las fuerzas democráticas».
Más vehemente fue el vicepresidente primero, Alejandro Nolasco, que recordó «la conmoción y el dolor de un día que solo tiene recuerdos tristes» y manifestó su apoyo «a todos los familiares que siguen sufriendo la tristeza de este recuerdo».
En el análisis político, Nolasco manifestó que «el compromiso de este Gobierno de Aragón contra el terrorismo es total» y criticó que «este país tenga la memoria muy frágil en algunos temas». Se refirió, como aclaró después, a los pactos entre socialistas y EH Bildu: «Me parece tremendo que el PSOE esté pactando con los herederos de ETA, algo que es de una gravedad e inmoralidad repugnantes».