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El exjugador aragonés Luis Costa, entrenado por Navarro, avala al «complemento perfecto para Víctor» «Destaca sobre el resto en cómo transmite el juego ofensivo», dice
Pocos conocen tan bien a David Navarro, segundo de Víctor Fernández en el Real Zaragoza, como Luis Costa, el exjugador aragonés que fue dirigido por Navarro en edad infantil en el Oliver y con el que volvería a coincidir después para escribir una de las páginas más bellas de la historia del Tarazona con aquel ascenso a Segunda B en la temporada 2019-2020.
Su amistad viene de lejos, pero todavía se reforzó más tras un accidente que, hace dos años, tuvo a ambos como protagonistas en uno de esos caprichos del destino. Costa apuraba en el Brea sus años de fútbol mientras Navarro vivía los últimos meses de los siete años que permaneció al frente de la escuadra turiasonense, donde es una institución. Costa se llevó por delante a su amigo de forma involuntaria al tratar de alcanzar un balón por las inmediaciones del banquillo en el que Navarro daba instrucciones a los suyos. La rotura de tibia y peroné fue un mazazo «pero nos unió todavía más», asegura el exjugador.
Ahora, el fútbol hace justicia con un entrenador que a los 23 años ya estaba al mando del Zaragoza FS en la máxima categoría del fútbol sala nacional. Aquello sería tan solo el comienzo de una carrera plagada de éxitos como los ascensos a Segunda B con Barbastro y Tarazona o el campeonato de Tercera División con el Utebo. O aquel milagro de salvar al Almudévar de un descenso seguro cuando asumió el
cargo al final de la primera vuelta con solo tres puntos en el casillero. Ahora, a los 49 años, Navarro afronta la oportunidad de su vida para cumplir el sueño de sentarse en el banquillo de La Romareda. Lo hará al lado de Víctor Fernández, el maestro. «David es el complemento perfecto para Víctor. Domina la faceta ofensiva del juego a la perfección, transmite dónde está el problema del rival y todo gira en torno al balón», presenta Costa, convencido de que la incorporación de Navarro al staff za
ragocista es «un acierto espectacular», afirma.
Así que Navarro y Fernández comparten una visión del juego prácticamente idéntica, si bien el exjugador matiza que el que fue su entrenador «también sabe sufrir. De otro modo nadie es capaz de ganar 15 partidos seguidos como hicimos en el Tarazona (donde su figura es equiparable a la de Víctor en el Zaragoza) la temporada del ascenso a Segunda B. Para eso hay que manejar más registros, aunque, insisto, David destaca sobre el resto incluso a nivel nacional en su manera de transmitir el fútbol ofensivo».
Personalidad
Eso, según él, dota a Navarro de una parcela «guardiolista» que combina con cierto carácter «mourinhista» a la hora de «hacer lo que sea para ganar y tiene una fuerte personalidad», lo que, en su opinión, debería disipar dudas acerca de su adaptación al fútbol profesional y al Real Zaragoza. «Es normal que alguien pueda tener dudas por esa falta de experiencia en el fútbol profesional, pero recuerdo que ya estuvo en el Huesca, en Segunda B, para gestionar un vestuario en el que estaban jugadores experimentados de la talla de Helguera o Camacho. No creo que le impresione nada porque, reitero, tiene una personalidad fuerte que ha sido clave para que llegara hasta aquí», destaca el exfutbolista, natural de la localidad monegrina de Grañén.
En este sentido, subraya que «hace poco nos mandó un mensaje al grupo de aquel Tarazona que logró el ascenso en el que nos daba las gracias por todo lo que dimos y lo que le hicimos disfrutar con nuestro nivel de fútbol. Ese tipo de detalles alabando tanto al futbolista y haciéndole sentir muy importante llega mucho al jugador». Eso sí, «van a trabajar como animales», asegura Costa. «David es un apasionado de su trabajo y un loco del fútbol» que ahora afronta el gran reto de su vida. «Lo noto tranquilo, ilusionado y muy feliz. Es la oportunidad que ha estado buscando toda la vida y está preparado. Es muy merecido».