El colectivo LGTBI denuncia el «fraude» de militares que alegan ser mujeres
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales pide a la Fiscalía que actúe ante lo que considera que es un uso indebido de la norma que fue promulgada para poner en el foco a estas personas
Cerca de 40 militares, miembros de la Guardia Civil y policías de Ceuta parecen haberse puesto de acuerdo en cambiarse de género. Cada profesional, de manera paulatina, ha ido registrándose como mujer los últimos meses. Dicen que ahora son las madres no gestantes de sus hijos, aunque no hayan cambiado de nombre. Tampoco ningún otro aspecto de su vida ni de su apariencia, como han contado en su gira mediática de la semana pasada, en varias entrevistas, donde explicaban cómo leer la ley trans les había cambiado la vida en un tono que no ha gustado a las asociaciones de personas trans. Por eso ahora la Federación de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) pide a la Fiscalía que actúe «con contundencia y rigor» al tratarse, aseguran, de casos de fraude de ley.
Su presidenta, Uge Sangil, asegura a este periódico que «existen mecanismos para identificar los fraudes de ley a posteriori». Consideran que están vulnerando «el contenido ético de la norma». Entre los indicios que esta federación ve, resalta la «búsqueda de beneficios legales de las personas» o la intención
de «beneficiarse de políticas positivas hacia las mujeres» –en estas entrevistas, algunas personas indicaban haber conseguido mejoras en sus condiciones laborales desde el cambio de registro–, algo que no estaría permitido en de la norma. Porque, en todos estos casos, el cambio ha sido de hombre a
mujer. El cuestionamiento de la ley y la presencia en los medios de comunicación son otros de los indicios. «Una mujer u hombre trans no busca la visibilidad mediática. Quiere vivir su identidad con calma e intimidad», asegura.
El fraude de ley viene recogido en el artículo 6.4 del Código Civil y
en el artículo 11.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial para impedir que se retuerza una ley para conseguir un beneficio al que, en realidad, no se tiene derecho. «Su discurso [el de los militares] es violencia y burla hacia el colectivo de mujeres trans, y nos sigue poniendo en el foco de la burla. Y eso, al final, crea indefensión y vulnerabilidad al colectivo», lamenta Sangil. Por eso, consideran «vergonzoso» este desfile de militares que aparecen en los medios, cuando creen que es con el «objetivo evidente de cuestionar la Ley LGTBI+, burlarse de las personas trans y atacar sus derechos al hacerse pasar por trans de forma grotesca». Por eso, y porque precisan que «la ley tiene mecanismos suficientes para identificar y perseguir los fraudes a posteriori y es sencillo detectarlos», solicitan que «se investiguen con diligencia, rigor y contundencia estos casos» puesto que «todos los indicios apuntan a que la intención real de estas personas es cuestionar la ley y señalar a las personas trans, más que hacer un cambio de género real». «Las personas trans buscamos respeto y no que nos cuestionen, se burlen o nos humillen, que es lo que buscan estas personas al exponer sus desvaríos y provocaciones contra el sentido común en los medios de comunicación», declara la presidenta en un comunicado. Por su parte, la asociación Trans No Normativos, compuesta por estos policías nacionales, guardias civiles y militares, entre otras profesiones, ha respondido pidiendo a la Fiscalía que actúe contra FELGTBI+ por «transfobia».