Aragón ve «muy difícil sostener» las líneas ferroviarias hasta Fayón y Binéfar
El director general de Transportes alerta del estado «deplorable» de las vías y dice que Renfe planea eliminar paradas El operador ferroviario lo niega y afirma que mantendrá las condiciones del servicio
El Gobierno de Aragón ve «muy difícil sostener» el servicio de las líneas de tren que conectan Fayón con Caspe y Zaragoza con Binéfar debido al «deplorable estado» de la infraestructura ferroviaria, los «continuos retrasos» y la falta de compromiso «ni siquiera a medio plazo» de Renfe para mejorar estas condiciones. Así lo denunció ayer el director general de Transportes del Ejecutivo aragonés, Miguel Ángel Aína, que explicó las conclusiones de una reunión de seguimiento que mantuvo el martes con representantes de Renfe y Adif para analizar el convenio que incluye la prestación de estas líneas. No solo eso, sino que mostró su indignación por los planes del operador ferroviario de reducir más paradas de las líneas nacionales que pasan por Aragón, especialmente en los pequeños núcleos, algo que negaron después fuentes de Renfe.
«La mitad de las impuntualidades (en las líneas de Binéfar y Fayón) son debidas a la deplorable condición de las infraestructuras ferroviarias. Son continuos los retrasos y los desprendimientos que interrumpen el tráfico. Además, como se trata de infraestructuras de vía única, los desprendimientos bloquean ambos sentidos. No hay proyectos de Renfe, ni siquiera a medio plazo, de que vaya a invertirse esta tendencia», lamentó.
El consejero de Fomento, Movilidad, Logística y Vivienda, Octavio López, apuntó que «lo que el Gobierno de Aragón le pide a Renfe es que, ya que cobra un altísimo precio por las líneas regionales, preste un servicio acorde». En este sentido, aclaró tras las declaraciones del director general que «en ningún momento se ha pensado en dejar de financiar esas líneas regionales que, aunque puedan suponer un alto coste económico, cumplen una función social y de vertebración imprescindible en esas dos zonas de Aragón».
En concreto, Aína incidió en que «las condiciones que nos impone Renfe nos suponen un coste de 134 euros por billete de cada viajero que
se sube al tren para hacer 37 kilómetros entre Caspe y Fayón. El coste de un taxi en ese mismo recorrido es de 66 euros», expresó, como ejemplo, el director general, sin dar por hecho que esa vaya a ser la alternativa elegida por el Gobierno de Azcón, una vez que se decida o no seguir financiando estos trayectos ferroviarios.
«Es muy difícil sostener un servicio en estas condiciones, y encima, con un índice de puntualidad que no supera el mínimo que nosotros exigimos en ningún mes», declaró el director general de Transportes. «Tendremos que analizar qué servicios podremos dar desde el Gobierno de Aragón ya que el Gobierno de España renuncia a dar servicio con sus propias infraestructuras», añadió Aína en el marco de las jornadas organizadas por el Clúster Logístico de Aragón para promocionar dos proyectos de
transporte de mercancías por tren entre Zaragoza, París, Lisboa y Oporto.
El responsable de Transportes del Gobierno aragonés recordó que estas eran unas líneas pagadas por el Gobierno de España al estar incluidas como «de obligado servicio público». Tras la pandemia, el Gobierno central eliminó alguna frecuencia y, tras las protestas del territorio, el entonces consejero del ramo, José Luis Soro, decidió continuar financiando el servicio que dejaba de prestar el Ministerio de Transportes.
«Nos dijeron que éramos la única comunidad autónoma que seguíamos prestando este tipo de servicios, que no entendían por qué seguíamos, que el resto de comunidades habían renunciado», apuntó Anía. «Ellos comentaron que están utilizando los vehículos más antiguos de toda la red en estas líneas y
que la puntualidad no la pueden garantizar», añadió.
Por todo ello, la DGA se plantea prestar el servicio con otras alternativas de movilidad que, previsiblemente, pasarían por el transporte por carretera, aunque el Ejecutivo aragonés todavía no lo confirma. «¿Quién va a coger un tren, por muy gratis que sea, si no sabe si va a llegar a tiempo o, ni siquiera, si va a llegar? Hay retrasos en los informes de más de 200 minutos, es decir, de varias horas», criticó.
Además, el director general de Transportes del Ejecutivo aragonés denunció que Renfe «no solo no prevé recuperar las paradas suprimidas en territorio aragonés de la línea nacional Madrid-Barcelona que afectan al corredor del Jalón, sino que se plantean suprimir otras que aún siguen vigentes».
Sin embargo, fuentes de Renfe negaron con rotundidad estas afirmaciones. «Renfe mantendrá las actuales condiciones del servicio y no hay prevista la supresión de ninguna parada», señalaron fuentes de la compañía a este diario.
«Es difícil sostener un servicio en estas condiciones y con una puntualidad tan baja»
Renfe afirma que los abonos gratis han subido los usos entre un 75 y 90% en los corredores
Respecto a las críticas del titular de Transportes aragonés sobre el «deplorable» estado de las vías y la «impuntualidad» de estas líneas, fuentes de Renfe se limitaron a asegurar que la compañía «trabaja para prestar el mejor servicio público en todas las líneas».
Estas mismas fuentes señalaron que el flujo de viajeros creció entre un 75% y un 90% en los corredores Madrid-Barcelona y Zaragoza -Lérida, respectivamente, entre 2022 y 2023, un incremento notable que desde la compañía explican por la implantación de los abonos gratuitos.
Sin embargo, esta cifra no desglosa cuántos viajeros ha sumado el recorrido entre Fayón y Caspe y entre Zaragoza y Binéfar, los dos trayectos que podrían estar en cuestión.