El 50% de las mujeres en las consultas de infertilidad tiene endometriosis
En Aragón se diagnostican unos 210 casos al año, con una media de 37,4 años, pero la enfermedad afecta a un 10% de la población femenina en edad fértil
La endometriosis es una enfermedad prácticamente desconocida porque «hay una tendencia a normalizar el dolor de la regla», asegura Ana Cristina Lou, coordinadora de la estrategia de Endometriosis de Aragón y jefa de la unidad de referencia en el hospital Clínico de Zaragoza (hay otra en el Servet). Eso supone que cuando hay molestia, aunque sea fuerte, «no se consulta» y en ocasiones los sanitarios «podemos no darle importancia».
En Aragón se diagnostican unos 210 casos al año, con una media de 37,4 años. Además, en 2023, 117 mujeres tuvieron que ser hospitalizadas. En el caso del Clínico, en 2023 atendieron a 107 nuevas pacientes y en 2022, a 172. En seguimiento están entre 300 y 350 mujeres. Es la punta del iceberg porque afecta a un 10% de las mujeres en edad fértil, según las estadísticas oficiales, pero su diagnóstico es «complicado».
El periodo «puede no doler o doler un poco», explica. Si desaparece con un analgésico «es normal», pero si incapacita, provoca absentismo escolar o laboral o no permite llevar una vida rutinaria «hay que pensar que no es normal», asegura. Entre los síntomas están además el dolor pélvico crónico al ir al baño o durante las relaciones sexuales. Y sobre todo, hay que tener en cuenta, insiste Lou, en que «cualquier dolor empeora con la regla». Entonces
puede ser endometriosis, una enfermedad que se define como la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en el peritoneo pélvico y los ovarios.
La visibilización que hacen las asociaciones a través de campañas, la celebración de congresos, publicidad, etc, es lo que hace que cada vez más féminas «consulten y los profesionales seamos más capaces de reconocer» esta dolencia.
La causa de la enfermedad es «desconocida», se habla de factores genéticos, ambientales, de menstruación retrógrada (cuando la sangre menstrual fluye de regreso a través de las trompas de Falopio hasta la cavidad pélvica en lugar de salir del cuerpo) y no se sabe por qué «esa sangre va a tejidos vecinos», asevera Lou. Además tiene «unas características inflamatorias».
La especialista insiste en que es una enfermedad «benigna», que nada tiene que ver con el cáncer; aunque sí que es cierto que en un 30% de los casos puede provocar infertilidad o mayor dificultad para concebir. Puntualiza además Lou que el 50% de las personas que llegan a las consultas de esterilidad tiene endometriosis.
«Si el dolor de la regla incapacita o empeora, hay que pensar que no es normal»
Cuando una mujer llega a la consulta «hay que explicar mucho» porque la mayoría desconoce en qué consiste. El diagnóstico «puede provocar un shock y siempre se sale con dudas de la consulta», de ahí que invite a leer información que «hayamos hecho los sanitarios».
Tampoco hay un «tratamiento curativo» pero sí sirve para mejorar la sintomatología y «la calidad de vida, porque en la consulta he escuchado a muchas mujeres decir que no quieren vivir con ese dolor». Se puede controlar con terapia hormonal, con anticonceptivos orales combinados, realizando una resonancia para ver «donde hay afectación de la enfermedad» y, en último caso, con una cirugía, siempre «para mejorar la calidad de vida».
La edad no es un factor, ya que en algunos casos, la enfermedad comienza «desde jovencitas» y en otros, en edades posteriores, entre los 30 y los 40, asegura, para señalar después que «no por ser adolescente o menopáusica hay que descartar el diagnóstico». Sin embargo, en la mayoría de las mujeres acaba con el fin de la regla, «pero no en todas las ocasiones» porque puede afectar a órganos vecinos y necesitar tratamiento quirúrgico.