Sentir la Semana Santa a través de las manos: «Su rostro es precioso»
Diez personas con discapacidad visual recorren con sus dedos una imagen de la cofradía de la Eucaristía expuesta en la iglesia Perpetuo Socorro de Zaragoza
La Semana Santa no solo se puede sentir con la mirada. Así lo descubrieron ayer diez personas con discapacidad visual de la ONCE que, gracias a la Asociación para el Estudio de la Semana Santa, pudieron conocer a través del roce de las yemas de sus dedos el rostro de Cristo del Amor Fraterno, una imagen de la cofradía de la Eucaristía expuesta en la iglesia Perpetuo Socorro de Zaragoza.
Sintieron el tacto de la piel policromada, la suavidad de las telas que visten al Santo y las venas talladas de sus manos, una que sujeta el pan sagrado y otra que da la bendición en la última cena.
A las 10.45 estos ciudadanos se repartieron entre los bancos de la iglesia, que se encuentra en la avenida Goya. En el altar, los organizadores de la actividad cogieron un micrófono para hacerse oír entre los presentes, que murmuraban ante la expectación de conocer al Santo. Pero antes de las presentaciones a través del tacto, los visitantes recibieron unas nociones de cómo fue su creación, quién es don Antonio Labaña (su autor) y alguna de las
anécdotas de la cofradía en las múltiples procesiones que han recorrido llevando a la imagen.
Aprendida la forma y la composición, tocó pasar manos a la obra y ponerle cara al Santo. Uno por uno los presentes se acercaron al altar y pasaron con cuidado sus dedos por el rostro, las manos y los pies de la estatua. «Tiene el pelo largo», explicó uno de los cofrades mientras le hacía de guía. «Sí, es rizado y le llega a la altura de los omoplatos, ¿no?», preguntó uno de ellos, interesado en fotografiar a la perfección al Cristo en su mente.
Muchos de ellos sonrieron sorprendidos. «Está muy bien conseguido, ¡Qué pasada, es precioso!», exclamó una de las mujeres
con discapacidad visual al palpar la nariz, los labios y las pestañas que conforman el rostro de Cristo del Amor Fraterno.
Esta iniciativa surgió en el año 2017 como «una forma de agradecer a la ONCE y a todas las personas que trabajan con ellos el que todos los años saquen un boleto con la imagen de alguno de nuestros santos, visibilizando nuestra pasión», explicó Ricardo Navarro, presidente de la asociación.
Así, la idea de esta séptima edición, al igual que en las anteriores, «es que conozcan la imagen del santo todos aquellos que diariamente ponen esfuerzo en que la ciudadanía sepa quienes somos», mencionó Navarro.