El Parlamento Europeo aprueba una ley pionera para regular la IA
La primera norma del mundo sobre inteligencia artificial prohíbe la vigilancia masiva Modelos como ChatGPT deberán ser transparentes
La Unión Europea (UE) contará con la primera regulación integral de la inteligencia artificial (IA) del mundo. El Parlamento Europeo ha aprobado definitivamente una ley «histórica» que tiene como principal misión limitar los peligros de esta tecnología sin perjudicar la innovación. El texto aprobado ayer con una abrumadora mayoría de 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones llega casi tres años después de la primera propuesta de la Comisión Europea. La normativa iba a estar lista a finales de 2022, pero el lanzamiento de ChatGPT y la meteórica popularización de la IA generativa obligó a los legisladores europeos a maniobrar para no dar a luz a un proyecto desfasado.
Uno de los aspectos más debatidos de la ley son las normas impuestas a los modelos de IA de propósito general, los sistemas capaces de generar textos, imágenes o vídeos que han comercializado grandes compañías como Microsoft, OpenAI o Google. Estos deberán aplicar criterios de transparencia que permitan identificar si sus aplicaciones han sido entrenadas con datos que presentan sesgos racistas o machistas o con contenidos que violan los derechos de autor. Y es que cada vez hay más denuncias en ambas direcciones. «Había muchos intereses en juego y nos mantuvimos firmes», explicó el eurodiputado Brando Benifei, ponente de la ley. «Vamos a estar muy atentos a una aplicación rigurosa para que los artistas, músicos, editores y otros creativos sientan sus derechos defendidos».
La policía sí podrá recurrir a técnicas de reconocimiento facial en situaciones de emergencia
El caso francés
Durante meses, Francia lideró las presiones para rebajar estas exigencias, defendiendo así los intereses de la startup gala Mistral AI, un actor de cada vez mayor peso en el sector. El Elíseo aseguró que eso ayudaría a impulsar a las compañías europeas de IA para convertirlas en alternativas a los gigantes tecnológicos de EEUU y así garantizar la soberanía tecnológica de la UE. No solo no lo logró, sino que a finales de febrero Mistral AI anunció su alianza con Microsoft, la empresa con mayor valor en bolsa del mundo.
«Francia tuvo una estrechez de miras gigante», valora el eurodiputado socialista Iban García del Blanco en declaraciones a este diario. «Si Europa quiere ser relevante en la competición tecnológica internacional debemos tener una estrategia conjunta y cooperativa, se equivocan mucho los países que tratan de ir por su lado». El organismo europeo de control de la competencia está analizando si hubo un conflicto de intereses.
En diciembre, los eurodiputados sellaron un acuerdo que da forma a una regulación pionera
que categoriza la IA según sus usos y establece obligaciones más o menos estrictas en función de si suponen un «alto riesgo» o un «riesgo mínimo». Las multas por incumplimiento de las normas pueden alcanzar los 35 millones de euros o el 7% de la facturación anual mundial.
De esta manera, la ley prohíbe los sistemas algorítmicos que vulneran derechos fundamentales, como los sistemas de puntuación social, el reconocimiento de emociones, la vigilancia policial predictiva o el rastreo de datos biométricos para inferir la raza, orientación sexual u opiniones políticas de personas.
Sin embargo, la nueva normativa también incluye exenciones que han despertado muchas críticas. Es el caso de la IA usada con fines militares o de defensa nacional, que supone una competencia de los Estados miembros, pero también en contextos de vigilancia en las fronteras y para anticiparse a flujos migratorios. Aunque la identificación biométrica a distancia en espacios públicos está prohibida, la policía podrá recurrir a tecnologías como el reconocimiento facial en situaciones de emergencia como la prevención de una amenaza terrorista, la localización de un menor desaparecido o la identificación de un sospechoso.
Protección a periodistas
«No podemos hacer la vista gorda ante el hecho de que la libertad de prensa está amenazada en todo el mundo, incluida Europa». Con estas palabras, la eurodiputada alemana Sabine Verheyen justificó ayer la aprobación de la Ley Europea de Libertad de Prensa, una nueva normativa que protegerá a los periodistas y velará por la pluralidad de los medios de comunicación en la UE. El proyecto da respuesta al deterioro de la pluralidad e independencia mediática en países en plena deriva autoritaria como Hungría o Polonia, pero también a otros casos flagrantes como el asesinato de periodistas anticorrupción en Malta y Eslovaquia o el espionaje en Grecia y Francia.