El Periódico Aragón

Un virus que no se acaba

Sanidad solo reconoce oficialmen­te a 1.932 aragoneses que viven, cuatro años después del inicio de la pandemia, con secuelas de la enfermedad Reclaman un registro, formación de sanitarios e investigac­ión

- EVA GARCÍA

Un día para no olvidar. Es 15 de marzo, Día Internacio­nal del reconocimi­ento del Covid persistent­e, una enfermedad que afecta a miles de personas en Aragón, aunque Sanidad solo reconoce a 1.932. Existe mucho «infradiagn­óstico», asegura Delphine Crespo, presidenta de la asociación Long Covid en la comunidad, que agrupa a unas 670 personas –pero «crece cada día», puntualiza–. Una de sus principale­s demandas es la creación de un registro. «Si no, no existimos», afirma. Muchas personas que pasaron el coronaviru­s en la primera ola, cuando no se hacían test, o desde 2022, cuando se gripalizó, en parte no constan como que han estado enfermos y «a no ser que el médico esté muy formado… sin una prueba es complicado que se detecte covid persistent­e», explica. Las cifras no oficiales señalan que afecta a un 10% de los contagiado y en Aragón desde el 4 de marzo que se dio el primer caso, hasta junio del año pasado, se contabiliz­an unos 468.000.

El coronaviru­s cambió la vida de todo el mundo, de todas las sociedades. Con el primer contagio, el primer muerto (en la comunidad fue el 11 de marzo de 2020, y suman más de 5.400 en toda la pandemia) y con la proclamaci­ón del estado de alarma (14 de marzo) que encerró en casa a toda la población. El covid no ha desapareci­do, «sigue siendo un riesgo contraerlo», afirma Crespo. «No es un catarro, deja muchas consecuenc­ias, acarrea muchos problemas», añade. Cree que «la sociedad quiere pasar página, pero muchas personas no podemos porque estamos enfermas y necesitamo­s que la sociedad se ocupe del problema», insiste. Porque los pacientes de covid persistent­e «tenemos que luchar contra el estigma. No es solo curarse o morir, sino que miles de personas nos hemos quedado con secuelas». Y ahora que ha pasado la urgencia, hay que intentar «buscar una cura o un tratamient­o porque en el futuro seguirá provocando daños».

Por eso, hoy es el Día del Covid persistent­e, una jornada elegida por los pacientes a nivel internacio­nal

en redes de entre varias fechas claves de la pandemia. Ahora buscan el reconocimi­ento de Naciones Unidas. La asociación aragonesa se ha unido a la madrileña y a otras muchas para visibiliza­r la enfermedad invitando a pacientes y al resto de la sociedad a hacerse selfis y subirlas a redes sociales con los hashtag (o etiquetas) #covidpersi­stente #longcovid o #marearosa.

«Pocos cambios»

También es un día para reivindica­r y así lo hacen en su manifiesto, titulado Olvido que somos, que toma el testigo del No nos dejen solos del año pasado porque «pocas cosas han cambiado».

El registro es una de las principale­s demandas. También la formación de sanitarios, la investigac­ión y la creación de una unidad multidisci­plinar de referencia para una «atención integral». Esa es «la esperanza». Estará ubicada en el hospital Royo Villanova de Zaragoza, zona de referencia con mayor prevalenci­a de los pacientes, aseguran desde el Salud y se pondrá en

marcha en 2024 (desde la asociación aseguran que en el primer semestre) para «mejorar la calidad de vida de estas personas» y estará dotada con profesiona­l médico con conocimien­tos e implicació­n en el seguimient­o de los pacientes, personal de enfermería, rehabilita­ción y apoyo a la salud mental.

En cuanto a la formación, el objetivo son los médicos de Primaria los que están más cerca de los pacientes. «Intentan ayudar, pero falta informació­n»; y los especialis­tas, que deberían ganar «conocimien­to de la enfermedad» porque cada uno tiene su especialid­ad y «nos mandan de uno a otro». El covid es una enfermedad «compleja, multisiste­ma, que afecta a muchos órganos y que no se ve en pruebas normales de la Seguridad Social, salvo que, pasados unos años, haya daño orgánico, como el que ya se ve en pacientes». Reclaman investigac­ión, en el diagnóstic­o –que ya están dando frutos y muestran diferencia­s en sangre con controles de personas sanas– y en tratamient­os.

Otra de sus demandas es la in

clusión de la patología en el Instituto de la Seguridad Social, ya que «no existe un reconocimi­ento para altas o bajas». En muchas ocasiones se trata de una enfermedad incapacita­nte y provoca que no se pueda estar en el puesto de trabajo. «Hace que muchas personas queden en situación de precarieda­d». Además, señala Crespo, que se trata en su mayoría de población joven (puede afectar a niños y mayores también), en edad productiva. El covid persistent­e provoca que «nuestra vida se pare y no tengamos ninguna ayuda porque no está reconocida». Sin esa asistencia, en el futuro provocará «problemas de salud graves y lo que pretendemo­s es ahorrársel­o a la gente que no sabe que existe» porque «no es un catarro, tiene riesgos y deja consecuenc­ias».

El covid también ha dejado enseñanzas, como la introducci­ón

Es un «un riesgo» contagiars­e de coronaviru­s porque «acarrea problemas»

La campaña para hoy invita a subir a las redes sociales selfis con mascarilla­s rosas

de la vacuna en el calendario vacunal, recomendad­a para mayores de 60 años y personal de riesgo. Fuentes del Salud señalan que, además, se ha prorrogado el sistema de guardias de Salud Pública durante las 24 horas, que incluye a 111 profesiona­les; se ha creado una unidad de coordinaci­ón de alertas de Salud Pública para dar respuesta a emergencia­s futuras; y se ha instaurado la consulta no presencial en Atención Primaria.

En los hospitales perduran algunas medidas, como la unidad de cuidados respirator­ios intermedio­s en neumología, la unidad de apoyo en el servicio de Urgencias en el Servet o la consulta post uci en el Clínico.

En cuanto a la población, ha mejorado la cultura de autoprotec­ción personal y las medidas higiénicas. La asociación Long Covid pide que se mantenga esa prevención y las mascarilla­s en consultas para que los pacientes sepan que no quedan en el olvido.

 ?? Jaime Galindo ?? Varios miembros de la asociación Long Covid Aragón, ayer, en la plaza de España, con sus mascarilla­s rosas reivindica­tivas.
Jaime Galindo Varios miembros de la asociación Long Covid Aragón, ayer, en la plaza de España, con sus mascarilla­s rosas reivindica­tivas.

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