«La investigación es una carrera competitiva y conseguir un puesto estable es muy difícil»
Lucía Gutiérrez es investigadora en el INMA, instituto mixto de la Universidad de Zaragoza y el CSIC. Química y doctora en Física, la aragonesa impartirá una de las ponencias de eWoman el 20 de marzo en CaixaFórum.
Su labor investigadora se centra en las nanopartículas magnéticas. ¿En qué consiste?
Estas nanopartículas son partículas pequeñísimas, mucho más pequeñas que un virus, por ejemplo, con propiedades muy interesantes. Cuando les aplicamos un campo magnético, podemos conseguir que generen mucho calor. Ese calor lo estamos utilizando para desarrollar un tratamiento para el cáncer, en el que podamos conseguir generar calor sólo en la zona del tumor dónde están las partículas sin afectar al resto de los órganos.
¿Cuándo tuvo claro que quería ser investigadora?
Mi vocación fue un poco por casualidad. Estaba terminando la carrera de Química y vino una persona a impartirnos una charla en una asignatura en la que estaba matriculada. Me encantó lo que había contado y, a partir de allí, empezamos a hablar y se convirtió en mi director de la tesis.
¿Por qué eligió la nanociencia?
La tesis estaba relacionada con el magnetismo pero aplicado al metabolismo del hierro y los nanomateriales. El comportamiento mangético de las cosas pequeñas es muy diferente al que tiene en las materias grandes. Cuando empecé con ese trabajo no era consciente de la evolución que iba a tener mi trabajo centrado en nanociencia. De hecho, la nanociencia es una parte de la ciencia relativamente joven que ha ido creciendo a gran velocidad en los últimos años.
¿Ha cambiado la figura de las científicas en los últimos años?
Hoy la sociedad está más concienciada de las dificultades que tenemos las mujeres en esta carrera y es algo que antes no se conocía. Ahora somos más conscientes de dichas dificultades, pero el papel de las mujeres investigadoras sigue siendo parecido.
Como investigadora, ¿cómo ayuda a transformar la sociedad?
Es una pregunta difícil. Investigo en algo que tendría un impacto real en la sociedad, es decir, en el desarrollo de tratamientos para enfermedades que afectan a una gran parte de la población o que ahora mismo no tienen un tratamiento efectivo. También colaboro con empresas farmacéuticas que están desarrollando fármacos. Pero, además, mi impacto en la sociedad es con la gente con la que trabajo y con el personal al que formo, como son los estudiantes a los que les transmito el conocimiento que he adquirido hasta ahora.
¿Cuáles son los principales retos a los que se ha enfrentado en su trayectoria profesional?
La gran dificultad que tenemos todos, seamos hombres o mujeres, es estabilizarnos. Esta carrera es muy competitiva y conseguir un puesto estable es muy difícil. Este es un reto muy grande que tenemos todos los que nos dedicamos a la investigación. En los primeros estadios de la carrera científica, la competencia que tenemos es más igualitaria, digamos que jugamos todos con las mismas cartas. Pero según vamos progresando, la mujer tiene dificultades añadidas, ya sea por maternidad, lactancia, crianza de hijos... o muchas veces debe asumir el cuidado de mayores. Son tareas que te hacen plantearte cómo compatibilizar la vida laboral y personal y pueden tener un impacto en el desarrollo de según qué trabajos, como la asistencia a congresos o estancias en el extranjero que implican días lejos de casa.
¿Qué papel ocupan las mujeres científicas en Aragón?
Somos muchas mujeres científicas y cada vez se van incorporando más. Existen un montón de mujeres referentes que están desarrollando investigaciones muy interesantes, pero hay que seguir potenciándolas. Uno de los problemas que existe es que, cuando vas progresando en tu trayectoria científica, hay cada vez menos mujeres que acaban soportando una carga de trabajo mucho más grande que la de los hombres. Un ejemplo son los comités de evaluación igualitarios. A las mujeres se les llama mucho más frecuentemente que a los hombres y eso se convierte en una carga de trabajo adicional que simplemente se tiene por el hecho de estar en minoría.
¿Es importante contar su experiencia para que otras mujeres tengan referentes como el suyo?
Sí, ya no solo a nivel personal. Desde el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón se creó una comisión de divulgación y organizamos muchas actividades el 11F, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Vamos a colegios para que los escolares interioricen que un investigador puede ser una mujer y se acostumbren a ver otro tipo de perfiles.
«Las mujeres van teniendo dificultades añadidas como tener hijos o cuidar a personas mayores»
EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y Prensa Ibérica organizan el 20 de marzo eWoman en CaixaFórum. ¿Son necesarios estos eventos?
Sí, son muy necesarios. Debemos dar visibilidad a las mujeres para que toda la sociedad sea consciente del trabajo que realizamos.