El Periódico Aragón

El Congreso aprueba la ley de amnistía y abre la campaña en Cataluña

El bloque de investidur­a, con excepción de Coalición Canaria, da su ‘sí’ a la norma, permitiend­o su tramitació­n en el Senado ERC y Junts sacan pecho y recuerdan que buscarán la autodeterm­inación

- MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ Madrid

Pocas horas después del adelanto electoral en Cataluña y con el miedo instaurado en el Gobierno ante la posibilida­d de que peligre la legislatur­a, el Congreso aprobó ayer la ley de amnistía, la norma que Pedro Sánchez –ausente durante el debate– pactó con ERC y Junts para seguir en la Moncloa y que ha protagoniz­ado la vida parlamenta­ria de los poco más de 100 días del actual Ejecutivo. En un debate en el que ya se notó el clima de precampaña, PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, Podemos y BNG respaldaro­n la ley, todos ellos con la convicción de que cierra una etapa de conflicto en Cataluña, aunque con opiniones diversas sobre lo que está por venir. PP y Vox, en contra, arremetier­on duramente contra Sánchez.

Un mes y medio después de que Junts rechazara la norma, ayer sí se cosecharon los escaños necesarios para que la medida de gracia sea aprobada por el Congreso. Tampoco hubiera habido una tercera oportunida­d. El bloque de la investidur­a –con la excepción de Coalición Canaria– dio su sí a la amnistía, permitiend­o que la norma continúe su tramitació­n en el Senado, donde aún le queda un periplo de casi dos meses ante la mayoría absoluta que tiene el PP en la Cámara alta.

Los mismos reproches

«Esta ley no pasará el filtro del Senado, de la justicia, de las institucio­nes que la tienen que evaluar. No pueden saltarse la Constituci­ón así», fue el aviso del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. En un discurso en el que ya dejó claro que los votos al PP en Cataluña no servirán nunca para apoyar al independen­tismo, repitió los mismos mantras de las pasadas semanas, asegurando que Sánchez está en manos del expresiden­te Carles Puigdemont, que «el Gobierno y sus socios son los mayores agentes de inestabili­dad política» y que la aprobación de la amnistía es «la estafa que el partido

de Sánchez está consumando con sus votantes». Minutos antes, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, se centró en arremeter contra el PP, sin mencionar a los independen­tistas, para denunciar que el único proyecto de Feijóo para Cataluña sea esconderse «detrás de los tribunales». «A España, lejos de romperla, la unimos y la vertebramo­s con nuestras políticas. (...) Sigan en las soflamas, sigan en la bronca, pero no nos esperen ahí», le espetó a la bancada popular. Mensajes claros de ambos de cara a las urnas: el PP alzándose como dique a los acuerdos con ERC y Junts; el PSOE, como formación clave para solucionar el conflicto político.

Y lo mismo ocurrió en la pugna entre ERC y Junts. Los posconverg­entes se arrogaron la autoría de la norma, asegurando que el PSOE no impulsó la ley «por convicción», sino por un acuerdo con ellos. Pero, no solo eso. El diputado Josep Maria Cervera también recordó que la norma aprobada ayer es «la mejor ley de amnistía posible» gracias a que su formación rechazó la versión anterior hace un mes y medio y presionó a los socialista­s para que cubriera a todos los implicados en el procés y fuera de aplicación inmediata.

Retraso de dos meses

La respuesta, velada y sin referencia­s directas, de ERC llegó de boca la diputada Pilar Vallugera, que también reivindicó el origen de la ley en la insistenci­a de su

formación y criticó el retraso de dos meses provocado por Junts con el único objetivo de blindar a Puigdemont ante los movimiento­s del juez Manuel García-Castellón: «Es para la gente que puso la cara, el cuerpo, para ellos estamos haciendo esto. No para esas personas con nombres y apellidos que pueden liderar partidos, porque nosotros ya sabíamos a lo que nos exponíamos».

Lo que dejaron claro ambos diputados es que la amnistía no es el final. Cervera dijo que la aprobación de la norma abrirá «una ventana de oportunida­d de negociar de tú a tú el futuro de Cataluña» con el Gobierno. Más contundent­e fue Vallugera: «No vamos a parar hasta el ejercicio del derecho de autodeterm­inación».

La norma, que se ultimó la pasada semana en la comisión de Justicia del Congreso, permitirá amnistiar todos los actos relacionad­os con el proceso independen­tista desde el 1 de noviembre de 2011 y hasta el 13 de noviembre de 2023. En este periodo se incluyen no solo la organizaci­ón y celebració­n de la consulta y el referéndum de autodeterm­inación, sino también otros posibles ilícitos que guardan una profunda conexión con los mismos.

Sin embargo, el principal foco de discrepanc­ia en la negociació­n estuvo en aquellos hechos que quedan excluidos de la medida de gracia. Fruto de estas tensiones, Junts rechazó la norma hace más de un mes para seguir presionand­o al PSOE. El texto final deja claro que tanto el terrorismo como la alta traición quedan fuera de su ámbito, aunque solo en su versión más grave.

Sigue la tramitació­n

En el primero de los casos, se hace referencia a los hechos que hayan causado de forma intenciona­da graves violacione­s de derechos humanos. Con este redactado, según los tres partidos, queda claro que tanto el ex presidente de la Generalita­t como la secretaria general de ERC, Marta Rovira, también investigad­a por terrorismo en el Tsunami Democràtic, se beneficiar­án de la norma aprobada. En relación a la alta traición, se excluye aquellas acciones que hayan producido tanto una amenaza efectiva y real como un uso efectivo de la fuerza en contra de la integridad territoria­l o la independen­cia política de España.

Ya con el visto bueno del Congreso, la ley será remitida al Senado en los próximos días, donde el PP tiene mayoría absoluta. Justo esa mayoría fue la que usaron los populares en noviembre pasado para modificar el reglamento de la Cámara alta y poder retrasar ahora al máximo la ley de amnistía. El cambio introducid­o por el partido conservado­r otorga a la Mesa del Senado la capacidad de decidir si una proposició­n de ley provenient­e del Congreso de los Diputados se tramita por la vía de urgencia, lo que supone tener 20 días naturales para todas las cuestiones, o no, pudiendo estar la norma hasta un máximo de dos meses en el Senado.

«A España, lejos de romperla, la unimos y la vertebramo­s con nuestras políticas», destaca Patxi López

 ?? Manu Fernández / AP ?? Pedro Sánchez y María Jesús Montero, junto a Yolanda Díaz, ayer en el Congreso.
Manu Fernández / AP Pedro Sánchez y María Jesús Montero, junto a Yolanda Díaz, ayer en el Congreso.

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