El Gobierno condiciona su calendario a medidas que sorteen la pugna ERC- Junts
La parte socialista reconoce que se verán más afectadas las iniciativas que provengan de Sumar ERC no está por la labor de dar oxígeno a los Comunes
El adelanto electoral en Cataluña ha trastocado la iniciativa legislativa del Gobierno, comenzando por la renuncia a presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2024. Un «ejercicio de realismo político», según justifican en Moncloa por la falta de garantías para sacarlos adelante con ERC y Junts. El modo electoral y la espiral competitiva entre estas formaciones aleja su apoyo. Es por ello que desde el Ejecutivo condicionarán su calendario legislativo a medidas que sorteen la pugna entre partidos independentistas. La intención, tanto del grupo parlamentario socialista como del Gobierno, pasa por intentar que no desaparezca del todo su capacidad legislativa hasta que se resuelva la gobernabilidad en Cataluña, tras las elecciones del 12 de mayo.
Hasta la fecha de las elecciones quedan tres plenos en el Congreso. En el primero, los socialistas no tiene cupo para presentar iniciativas, pero están acabando de redactar su ley abolicionista de la prostitución para llevarla al Congreso cuanto antes, según fuentes parlamentarias. Desde el Gobierno defienden, por su parte, que no tendrán problemas en sacar adelante leyes durante esta fase valle de la legislatura que no generen «problemas de competición» entre ERC y Junts. Se
quedan así al margen iniciativas pactadas con estas formaciones, como la ley de sociedades de capital para favorecer el retorno a Cataluña de las empresas que salieron por el procés o la norma para ceder las competencias de inmigración a la Generalitat, que preveían presentar conjuntamente PSOE y Junts.
Los partidos en campaña asumen posiciones de máximos que dificultan los acuerdos. En Moncloa son conscientes, aunque confían en
que mantengan los independentistas catalanes voluntad negociadora. «No nos han dicho que no podamos contar con ellos» en otras leyes al margen de los Presupuestos, de cariz más social y sin afectar a las banderas más electoralistas. El líder de ERC, Oriol Junqueras, entreabría ayer esta puerta. En declaraciones a los medios en el Congreso tras asistir al debate sobre la ley de amnistía, aseguraba que «no estamos aquí para garantizar la estabilidad de nadie», pero sí para «trabajar por el bienestar de la gente».
Ley de familias
Otra cuestión son las iniciativas que provengan de Sumar, como reconocen los socialistas por lo que les han trasladado ya de ERC. Y es que los socios del espacio de Yolanda Díaz en Cataluña, los Comunes, votaron en contra de las cuentas catalanas forzando con ello la convocatoria electoral. La ley de familias, promovida por el ministerio de Derechos Sociales, sería de las primeras afectadas.
El proyecto se remitió el Congreso a finales de febrero y el plazo para presentar enmiendas termina el miércoles. Lo que hagan los republicanos medirá el grado de bloqueo que puedan ejercer sobre la actividad legislativa que provengan del espacio liderado por la vicepresidenta segunda. Según fuentes parlamentarias del grupo republicano todavía no han tomado una decisión, a la espera de «estudia»” más en profundidad el texto.
Además de ERC, Podemos también mantiene una actitud beligerante con el que fue su espacio, antes de abandonarlo para ir al grupo mixto. La líder de los morados, Ione Belarra, anunció que presentarán enmiendas para la ley de familias, que ella mismo promovió desde el ministerio la pasada legislatura, «más ambiciosa» en la ampliación de permisos por nacimiento.