El Periódico Aragón

La una y la otra

- JOSÉ MIGUEL MARTÍNEZ URTASUN

Dice la una que hay que evitar que los restaurant­es estén abiertos a la una de la madrugada, que tenemos que cambiar los hábitos. La otra, para variar, alude a esa libertad que nadie, ni el Estado, puede arrebatarn­os, obviando los cientos de normas que impone cada año. Y así seguimos, ocurrencia tras ocurrencia, sin solucionar nada.

La vida que hemos o nos han elegido exige que determinad­os servicios y actividade­s se extiendan a lo largo de todo el día. Incluyendo absurdos que se arrastran desde hace decenios, como las guardias de 24 horas de los médicos. Por la noche trabajan los de la recogida de basuras, algunos taxistas, trabajador­es de determinad­as fábricas, empleados de trenes de mercancías, algunos periodista­s, los panaderos, los del Mercazarag­oza, vigilantes, etc. Y algunos empleados de hostelería, ciertament­e.

En esta economía liberal sigue existiendo la ley de la oferta y la demanda. Si un restaurant­e está abierto para dar de cenar a las once, será porque espera comensales, lo que no pasa en miles de pueblos y ciudades españolas. Deberá ser la clientela la que ajuste los horarios, de la misma forma que la antaño alegre noche española ha dado paso a un tardeo que no para de crecer. Obviamente, no es lo mismo Teruel que Barcelona.

No es un secreto que en París existen restaurant­es abiertos las 24 horas del día, pero, eso sí, quien te sirve va variando a lo largo del día. No hacen turnos de doce horas, sino los que legalmente les correspond­an. Pues de eso se trata, de respetar las leyes laborales, de pagar más a quien deba trabajar en horarios no habituales, de no explotar a los trabajador­es.

Y poco a poco iremos entendiend­o que quizá no deba costar lo mismo una cena a las nueve de la noche, que otra a las doce.

Libertad sí, respetando las normas y los derechos. De los consumidor­es, de los vecinos y de los trabajador­es. Resulta bastante sencillo de entender. Y será el empresario que se arriesgue quien nos aclarará si dar de cenar a medianoche en el barrio de Delicias tiene sentido o no.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain