Azcón no responde a las peticiones de cese de Nolasco por su ataque al islam
El presidente del Gobierno evita distanciarse de sus declaraciones, como sí hizo el PP, entre críticas de «sectarismo» desde la oposición
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, no respondió ayer a las peticiones de cese de su vicepresidente, Alejandro Nolasco, de Vox, tras sus polémicas declaraciones pidiendo «paralizar» las solicitudes de nacionalidad española para las personas procedentes de países islámicos y tras romper el folleto de actividades con motivo del Ramadán en Huesca. El líder del Ejecutivo aragonés evitó valorar sus palabras y no respondió a las preguntas parlamentarias del PSOE y de CHA a este respecto.
Después de que el PP se distanciara de dichas declaraciones el miércoles, asegurando que correspondían a un «diputado de Vox» y aseverando que «no es posible identificar el terrorismo o la violencia machista con una religión determinada porque ello supondría caer en una discriminación inaceptable para millones y millones de musulmanes», Nolasco respondió reiterándolas. Y asegurando que las dijo, también, como el número dos del
Ejecutivo. Ayer el líder del Gobierno aragonés pudo haberse distanciado, a preguntas del PSOE y de CHA, pero no lo hizo, y optó por responder con sorna criticando a los grupos de la oposición por «recurrir a Vox» cuando, según manifestó, no se les ocurren otros temas para preguntar en la sesión de control al Gobierno.
«Roza lo vergonzante cuando usted es incapaz de condenar las declaraciones de su vicepresidente cuando quería imponer una cruzada. Es vergonzoso. Rompa su silencio por decencia y por respeto a las gentes de esta tierra que se avergüenzan cada vez que escuchan las declaraciones de su vicepresidente», le pidió la portavoz socialista, Mayte Pérez.
El portavoz de CHA fue más allá y pidió su cese. «Lo que hizo el señor Nolasco hace dos días rebasó todos los límites. Parece que, para él, para ser español hay que ser blanco y católico. ¿No le parece que todo eso, que podría ser constitutivo de delito de odio, es suficiente para cesarle?», le inquirió José Luis Soro.
En sus réplicas, el presidente aragonés tiró de sorna y evitó desautorizar a su número dos. «Qué di
fícil lo tenía usted hoy aquí... Seguro que llamó a Lambán para ver de qué podía hablar. Y él le dijo que llamara a Sánchez, y usted que, como a él, no se lo había cogido...», dijo Azcón, entre protestas de la bancada socialista. «‘María Teresa, lo de siempre: Vox, Vox, Vox. Y si lo ves muy complicado, saca a Franco. Y si ya lo ves muy difícil, llámales machistas’», espetó Azcón, como si parafraseara a Javier Lambán.
Y del mismo modo zanjó su réplica a Soro: «¿Usted también habló con Lambán», se preguntó, sin entrar a valorar ni el cese ni las polémicas declaraciones de Nolasco. «O sea, que comparte las barbaridades de Nolasco. El Tragachicos en acción: cada vez tiene más tragaderas»,
le reprochó el portavoz de CHA, que le pidió abandonar «el sectarismo» y empezar a escuchar «a quienes no piensan igual».
Finalmente, Azcón se defendió asegurando que «todas las decisiones» tomadas responden a su programa electoral.
Desde IU, su portavoz Álvaro Sanz le reprochó al presidente aragonés que no se ciña a las preguntas de los grupos. «Aquí no venimos a hablar de lo que cada uno quiere. Para eso hay un reglamento, un registro de cuestiones a las que se tiene que ceñir», recordó. «Están convirtiendo este Parlamento en un vodevil, en el club de la comedia y esto no es el club de la comedia», lamentó Sanz.