Sánchez apostará todo al «cambio de ciclo político» en Cataluña
El PSOE busca el aval de las urnas vascas y catalanas para revertir el plebiscito de Feijóo en las elecciones europeas «Ahora es el momento», dicen en Ferraz
En la dirección del PSOE se impone la lectura de que el adelanto electoral en Cataluña tiene más beneficios que riesgos. Una oportunidad para revertir el efecto de las gallegas y afrontar con más garantías el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en las europeas, que cerrarán este ciclo electoral el próximo 9 de junio. «Nos vienen bien», aseguran en la cúpula de Ferraz para contraponer sus expectativas a las de los populares. En las elecciones catalanas del 12M, pero también en las vascas, que se celebrarán tres semanas antes. Los dos territorios en los que el PP es más testimonial, mientras que los socialistas aspiran a gobernar con apoyos externos la Generalitat, si además de ganar como en 2021 impiden la suma del bloque independentista, y revalidar su coalición de gobierno con el PNV en Euskadi.
Con un creciente desgaste por la ley amnistía, cuya aprobación definitiva coincidirá con el arranque de la campaña de las europeas, además del caso Koldo como refleja el último CIS, en Moncloa se alinean con la tesis de Ferraz y apuntan que «el momento es ahora». El aval de las urnas en estos territorios, donde precisamente se concentre el mayor respaldo a la medida de gracia para dar carpetazo judicial al procés, justificaría la cuestionada
hoja de ruta del Ejecutivo tras los pactos de investidura. Sobre todo si, como confían los socialistas, logran «cerrar el procés» y «pasar página» con la ruptura de las mayorías independentistas. «Nuestro discurso es muy potente en Cataluña y la gente quiere ese discurso», añaden para apostarlo todo a un «cambio de ciclo político en Cataluña» que ponga en valor su denominada «agenda del reencuentro».
Un escenario con el que buscan neutralizar el plebiscito con el que pretende encarar Génova las europeas y, con ello, voltear el discurso sobre el desgaste por los acuerdos con los independentistas. Un efecto arrastre que elevan a «efecto moral» para encarar unos comicios presentados por el PP como una segunda vuelta de las generales para incidir en su discurso sobre la falta de legitimidad del actual Ejecutivo.
Después del crecimiento histórico del BNG en las gallegas, a costa de un derrumbe igualmente histórico del PSdeG, la ruptura de las mayorías independentistas devolviendo a la Generalitat a un presidente socialista, con Salvador Illa al frente, validaría la estrategia de Sánchez. De ahí que el presidente del Gobierno vaya a volcarse en la campaña del candidato del PSC, según avanzan sus colaboradores. Su presencia superará a la que tuvo en la campaña de las gallegas, donde ya fue mucho mayor de lo habitual, combinando actos de partido e institucionales con los que recorrió las cuatro provincias.
Previsión optimista
«El adelanto no nos ha pillado descolocados», apuntan fuentes socialistas frente a un «PP que no tiene candidato». Asimismo, inciden en «sus malos pronósticos», según las encuestas, frente a los previstos para los socialistas. Con todo, vaticinan que los populares tendrán peores resultados en Euskadi que en Cataluña, donde parten como última fuerza con tres diputados.
En Euskadi, la apuesta es por la «estabilidad institucional», con una «coalición que nos va bien con el PNV». El principal riesgo para esta entente se limita a tener que acudir a una tercera formación –Sumar o incluso el PP– si no alcanzan solo la mayoría necesaria para que el jeltzale Imanol Pradales tome el relevo de Iñigo Urkullu.