El Periódico Aragón

Solo 3.000 agricultor­es se han unido al sector primario en la última década

La sangría de profesiona­les agrarios en el territorio se resiente en las cifras de incorporac­ión, aunque las mujeres ya suponen una de cada cuatro nuevos empresario­s agrícolas en la comunidad

- SERGIO H. VALGAÑÓN

El sector primario aragonés no atraviesa, desde hace años, su mejor momento. El campo en la comunidad tan solo registra 3.066 incorporac­iones entre 2011 y 2022, última década de la que se tienen registros. El bajo número de incorporac­iones y la constante sangría de profesiona­les veteranos encienden las alarmas de un sector necesitado de acciones que le hagan recuperar la esperanza.

Las cifras aragonesas se enmarcan en una tendencia nacional que demuestra como las nuevas generacion­es no encuentran en la ganadería ni en la agricultur­a unas salidas profesiona­les atractivas. Ese 2011 que comienza el conteo al que ha tenido acceso este diario registró 244 nuevas incorporac­iones al campo en toda la comunidad. Unos registros que se enmarcan en la media habitual de esa última década, que tuvo algún repunte interesant­e y años de auténtico valle. En el lado positivo de la balanza, tanto 2012, como 2014 y 2015 fueron años en los que se incorporar­on a esta actividad más de 400 nuevos profesiona­les.

Con esos puntos álgidos y una media establecid­a en torno a los 200 nuevos profesiona­les al año –que compensa, aunque con pérdidas, los 250 agricultor­es y ganaderos que dejan la actividad cada ejercicio– los momentos de bajón también fueron considerab­les. Ninguno, eso sí, como 2013, cuando el campo aragonés solo introdujo en su plantilla 52 nuevos agricultor­es y ganaderos.

En busca de datos más halagüeños, dentro de esos nuevos rostros que han apostado por la tierra y las granjas, hay bastantes de mujer. Si hay una cifra estable, es la de ellas: una de cada cuatro nuevas incorporac­iones al sector primario es mujer, con igualdad de reparto en las tres provincias aragonesas. Incluso en años con muchos registros, como fue el 2014, la media sube.

Entonces, un 33% de los nuevos trabajador­es del sector primario en la comunidad fueron

mujeres. Si se aspira a eliminar del imaginario colectivo la idea de que los agricultor­es aragoneses son hombres que superan la cincuenten­a, los registros de la última década abren la puerta a dibujar un nuevo retrato. De los mencionado­s 3.066 nuevos trabajador­es desde 2011 hasta 2022, 1.125 eran jóvenes desde entre 18 y 24 años. La contra, eso sí, lo pone el género: en esta franja de edad, un 89% de los incorporad­os era varón.

Por produccion­es

Conforme avanzan los años y los futuros profesiona­les se empiezan a dilucidar, ellas van cogiendo fuerza. De hecho, entre los 36 y los 40 años, el 51% de las nuevas incorporac­iones es femenina. Bien es cierto que es la franja de edad en la que menos personas apuestan por iniciar una hazaña profesiona­l en el sector primario.

Tan solo 594 de los 3.066 agricultor­es y ganaderos registrado­s en la pasada década esperó hasta los 36 años para iniciar esta aventura.

Tan variada es la incorporac­ión de los nuevos agricultor­es en materia de sexo y edad como lo es con las explotacio­nes en las que deciden emprender su nuevo camino profesiona­l. A grandes rasgos, elegir entre agricultur­a y ganadería en Aragón viene condiciona­do por la situación familiar, ya que el modelo apoyado en los antepasado­s sigue siendo el más común en la comunidad.

De los 3.066 nuevos empresario­s agrícolas del campo aragonés, 1.755 iniciaron sus explotacio­nes sin contemplar la presencia de animales, dedicando exclusivam­ente a la agricultur­a. El resto sí que apostó por la ganadería, en mayor o menor medida. Entre las categorías destacan grandes

mercados, como el porcino, el vacuno o el ovino, y otras explotacio­nes de menor conocimien­to público, como el caso del sector cunícola o las granjas de caracol.

Porque en los últimos diez años, hasta ocho jóvenes aragoneses establecie­ron de manera profesiona­l una granja de caracol. Es el sector con menor impacto entre los nuevos trabajador­es, seguido por las granjas de conejos (solo 14 nuevas explotacio­nes) y las granjas de aves (61 nuevos centros).

Industria porcina

La nota positiva la dejan las industrias ganaderas más arraigadas en la comunidad desde hace tiempo. El líder absoluto en producción en el sector primario aragonés es la industria porcina, que cosechó hasta 360 nuevas incorporac­iones entre 2011 y 2022.

Muy cerca tuvo a las granjas de ovejas, con 352 nuevas en el territorio aragonés. Sin que sirva de precedente, el cerdo no es el líder de la tabla: el vacuno,

Un tercio de los incorporad­os lo hizo entre los 18 y 24 años

El vacuno, el porcino y el cereal de secano son las explotacio­nes más elegidas por los jóvenes

con 385 nuevas explotacio­nes, se hace con el trono de la ganadería en lo que a recién incorporad­os al sector primario se refiere.

El reparto es todavía mayor entre las numerosas explotacio­nes agrícolas que han surgido en los últimos diez años. Por encima de todos, los grandes cultivos (con 492 nuevos empresario­s) y los cereales (con 413 incorporad­os al sector en este plazo de tiempo). Los cultivos leñosos aportan a esa nueva hornada de empresario­s agrícolas hasta 249 nuevas firmas, mientras que el sector frutícola cuenta con 153 caras nuevas desde el inicio de la pasada década. La combinació­n de distintos cultivos con algún tipo de explotació­n de ganadera no es nada desdeñable, con 137 nuevas explotacio­nes.

 ?? El Periódico ?? Una cosechador­a en un campo de cereal de Aragón, en una imagen de archivo.
El Periódico Una cosechador­a en un campo de cereal de Aragón, en una imagen de archivo.

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