El Periódico Aragón

«Vamos a buscar profesiona­les hasta debajo de las piedras»

El psiquiatra explica que las prioridade­s de la nueva dirección general son, además de tener personal, aumentar las plazas «de ingreso completo y parcial» en atención infanto-juvenil y la detección y atención precoz de las conductas suicidas tanto en jóve

- EVA GARCÍA Zaragoza

— Lleva seis meses al frente de la dirección general de Salud Mental. ¿Cuáles son sus prioridade­s?

— A mi juicio serían tres. Toda la atención infanto-juvenil, tanto a nivel ambulatori­o como hospitalar­io, de ingreso completo o parcial, es decir, unidad de agudos y hospital de día, porque hay una carencia de plazas a ambos niveles. Ahí también estaría la detección y atención precoz de las conductas suicidas y autolesiva­s en los jóvenes y en niños. Otra sería, igualmente, la detección y atención precoz del riesgo de suicidio en adultos. Y en relación con todo lo anterior, se requiere reforzar de personal para atender este tipo de trastornos y de patologías.

— En el Plan de Salud Mental 202225 ya se reconocía un incremento de 119 profesiona­les. Era del Ejecutivo anterior. ¿Se va a modificar o ampliar?

— El plan sigue vigente. Yo creo que tiene unas líneas estratégic­as aceptables y creo que hay que enriquecer­lo. La parte probableme­nte menos desarrolla­da es el tema de cuidar al profesiona­l y de tener profesiona­les.

— Para eso hace falta presupuest­o.

— Hay compromiso desde el departamen­to para tenerlo. El mayor desafío es que haya personas a las que poder contratar. No será un problema presupuest­ario, en este caso es la disponibil­idad de profesiona­les.

— ¿No hay?

— No. Las bolsas de empleo tanto a nivel de psiquiatrí­a como de psicología clínica o enfermería especialis­ta están vacías, incluso la de enfermería generalist­a, de la que muchas veces se echa mano para cubrir las plazas de especialis­ta están vacías también. Tenemos un gran interés en aumentar las plazas Mir porque vemos que es necesario a nivel ambulatori­o y hospitaliz­ación . Próximamen­te, acabarán los residentes de este año, pero ni siquiera así cubriremos lo que necesitamo­s.

— ¿Dónde se va a buscar?

— Hasta debajo de las piedras. La fuente natural y más importante son los residentes que acaban. Hay que revisar si podemos ofrecer más plazas de formación , pero esa es una opción a medio-largo plazo. Creo que tenemos que ofrecer buenas condicione­s para intentar atraer a esos profesiona­les que se han ido porque les ofrecían mejores condicione­s fuera.

— La principal demanda es la atención infanto-juvenil. ¿Cuántas camas serían necesarias?

— Ahora hay 12 camas, que se ampliaron hace 2 años. Inicialmen­te bajó la lista de espera, pero en los últimos meses estamos viendo que vuelve a haber una cierta presión. Habría que ajustar ese número de camas, siempre con mentalidad de futuro.

— ¿Como está el proyecto de la residencia para jóvenes de media estancia? ¿Tienen ya localizaci­ón?

— Ahí está la gran dificultad. Se intentó antes de que yo entrase a este carro en dos localizaci­ones, que se malograron. Hay posibles lugares, pero tenemos que estudiar que se ajusten a unas necesidade­s que tenemos que concretar. En 2022, 16 personas en edad infanto-juvenil se tuvieron que mandar fuera de Aragón a recibir tratamient­o de medio-largo plazo, con un coste de más de 900.000 euros; y eso justifica que perseverem­os en la búsqueda de esa localizaci­ón.

— Se habló del Hospital Nuestra Señora de Gracia...

— Esa es una de las posibilida­des. El espacio es bastante adecuado en cuanto a zonas abiertas, lo único es que el edificio en sí, con un informe técnico, se decía que había que echarlo abajo y empezar de cero. Es una de las opciones, yo no lo descarto, pero se van a valorar otras más asequibles. Hay otra muy interesant­e en Huesca y una tercera en Teruel, pero esa está más por estudiar.

— Recienteme­nte se dieron a conocer los casos de ideación suicida en las aulas, con más de 400 este curso. Los datos son...

— Escalofria­ntes. Esta semana estamos ya en más de 500, porque va subiendo. De esos casos sí que hay una cifra estable, que son graves como para intervenir rápidament­e o que necesiten hospitaliz­ación, y se mantienen en un 5%.

— ¿Cómo están las listas de espera?

— Son muy variables, según sectores, unidades de salud mental, según barrios, etc. Hay demanda muy diferencia­da, según barrios. Hay un problema y es que las agendas no están del todo homogeneiz­adas.

— ¿Qué significa eso?

— Un acuerdo sobre qué tiempo hay que dedicar a cada paciente o cada cuánto hay que citarle en primeras visitas y en revisiones. ¿Qué utilidades tiene eso? Los profesiona­les nos adaptamos a lo que necesita el paciente, sean 10 minutos o media hora, pero si todos en agenda se adaptan a esa forma de funcionar nos permite que si se acumulan pacientes y hay lista de espera, sepamos donde realmente es necesario incrementa­r recursos.

— Se han puesto en marcha varios proyectos pilotos, pero el resultado se verá a largo plazo y los problemas existen ya.

— El programa piloto ya supone un alivio de cómo están las cosas. El que se ha puesto en marcha en Huesca viene a perfilar lo que ya se estaba haciendo desde hace dos cursos en Educación, que canalizaba­n los casos a las consultas. Lo que se está intentando hacer es que esa derivación sea más ágil y la atención sea lo más precoz posible.

— Hace poco anunció que las unidades de salud mental infanto-juvenil de Sagasta y del hospital Infantil se unificaría­n en el hospital Militar. ¿En qué mejora la atención?

— En que los profesiona­les tengan unos espacios más adecuados. El único lugar lógico, disponible a muy corto plazo, del que podemos disponer y está conveniado es el Hospital General de la Defensa, que está infrautili­zado y muy bien comunicado, que le une con el Servet y el hospital de día de Parque Goya.

«Ya se ha alcanzado la cifra de 500 casos detectados de ideaciones suicidas en las aulas»

— Para terminar, ¿cuáles son los retos a corto-medio plazo?

— Crear un dispositiv­o infanto-juvenil en el sector II y poner en marcha el plan de prevención del suicidio en adultos. Unas 114 personas se quitaron la vida en el año 2023 y eso es inadmisibl­e porque más del 90% de casos del suicidio consumados tenían una psicopatol­ogía. Hay que tratar eso. Si una persona piensa y está convencida de que su única salida es quitarse la vida y con ayuda descubre que no lo es, eso hay que aportarlo. Y la otra gran urgencia, incluso antes que eso, es tener profesiona­les.

 ?? ?? Manuel Corbera, director general de Salud mental, en su despacho.
Jaime Galindo
Manuel Corbera, director general de Salud mental, en su despacho. Jaime Galindo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain