«Si tenemos en cuenta la diversidad y la integramos, el éxito estará asegurado»
El próximo 20 de marzo protagonizará una de las ponencias de eWoman Charo Ortas, jefa de Servicio de Cardiología en el hospital Miguel Servet y presidenta de la Sociedad Aragonesa de Cardiología.
¿Qué supuso para usted acceder al puesto de jefa de Servicio de Cardiología?
Somos nada menos que 50 médicos entre residentes y compañeros facultativos especialistas. Todos grandes profesionales, pero es un reto diario a nivel organizativo. El hospital es mucho más de lo que a lo mejor como paciente se puede percibir. Un aspecto que me ayudó mucho fue la realización de un Máster de Gestión Química, me ayudó a centrarme en hacer estas cosas y en aprender herramientas para saber hacerlo.
¿Fue un reto también a nivel personal?
Tengo la suerte de estar casada y tener dos hijos. Por decisión personal los tuve durante mi formación. Fue complicado porque son muchas horas de estudio y de dedicación además de ser madre y esposa, pero tengo dos hijos maravillosos. Con la ayuda de mi marido, nos repartíamos las tareas y también con mis padres, que siempre han estado ahí. En general, sacrificando mucho tiempo, pero siempre primando la calidad.
Todos conocemos las diferencias que existen entre hombres y mujeres en el mundo empresarial. ¿Cómo es en el ámbito de la salud?
En las aulas de la facultad hoy en día hay más mujeres que hombres. Aun así, en los puestos de gestión siguen predominando los hombres. El número de mujeres que llega a jefatura en cardiología es del 15%, una cifra muy pequeña en comparación. Es un reto, ya que además hay especialidades que siguen muy masculinizadas.
¿Cree que eso cambiará en el futuro?
Yo espero que sí. Ya está cambiando. Por ejemplo, Aragón es una de las comunidades en las que más jefas de servicio hay. Aunque mi especialidad, cardiología intervencionista, sigue siendo muy masculina y eso es algo común en toda España e incluso en otros países. Yo creo que cambiará. En el fondo también depende de nosotras. Tenemos que creérnoslo un poco más.
¿Dónde cree que es mayor esta brecha o techo de cristal?
En algunas especialidades. Por ejemplo, en cardiología intervencionista trabajamos mucho con radiación y eso, asociado al embarazo, ha hecho que sea un trabajo que se asocie a hombres. También en el propio embarazo, que hace que tengas que estar un tiempo fuera. Pero sobre todo, como he dicho ya, en los puestos de gestión sigue habiendo un techo de cristal.
¿Cree que faltan referentes femeninos en el sector de la salud?
Yo creo que faltan referentes. Cuando piensas en médicos importantes, casi siempre se te vienen a la cabeza hombres. Este es otro techo de cristal. Las mujeres nos centramos mucho en la actividad y poco en la comunicación. El mundo de las charlas y conferencias también es muy masculino. Tenemos que darnos a conocer, los hombres se suelen vender mejor. Nosotras no solemos darle tanta importancia a esa parte de promoción personal, pero debemos impulsarla.
¿Cree que son necesarios los eventos como eWoman?
Creo que sí. A nivel cultural, las mujeres tenemos una percepción de que si no vamos a ser perfectas en algo, no damos ese paso hacia delante. Por lo tanto, proyectos en los que se muestra a mujeres con propósitos y objetivos son muy importantes. Así las nuevas generaciones ven que es posible conseguir esos objetivos y también llegar a donde se propongan.
¿Se están poniendo medidas en hospitales y centros de salud para avanzar en igualdad?
En realidad, la medicina está muy feminizada. Hay muchas mujeres trabajando en medicina y otra cosa que también está cambiando es que cada vez hay más hombres en enfermería. Además, en medicina y enfermería estamos empezando a trabajar de forma más conjunta y unísona que nunca. En un plano de igualdad, ya no solo de hombre y mujer sino también entre diferentes profesionales con un objetivo común.
Como mujer, ¿qué retos hay aún por delante en su sector?
Sobre todo, que nos creamos de verdad que los puestos de gestión también están a nuestro alcance. Evidentemente es un paso complejo y gestionar recursos humanos, en este caso profesionales de alto nivel, es complicado, pero se puede, aunque hace falta mucha formación para ello.
«Las mujeres no solemos darle tanta importancia a la promoción personal, por esa razón debemos impulsarla»
¿Considera que es necesario apostar por la diversidad en el trabajo?
Claro que sí. La diversidad en su sentido más amplio, eso es lo que enriquece. Y no solo tenerla en cuenta de forma operativa sino también escucharla. Si tenemos en cuenta la diversidad y la integramos y la ponemos en práctica, el éxito está asegurado.N