«El Zaragoza ganó porque no tuvo miedo»
Entrenador del Real Zaragoza campeón de Copa en 2004 Aquella Copa del Rey y la posterior Supercopa de España conquistadas con el técnico zaragozano en el banquillo son los últimos títulos logrados por el club
—Montjuic, 17 de marzo de 2004. ¿Qué se le viene a la cabeza?
— Lo primero, sinceramente, la tragedia del 11-M en la que murió tanta gente inocente. Le damos al fútbol más importancia de la que se debería, sinceramente. Porque aquello es lo primero que me viene a la mente, con la pérdida irreparable de tantas personas inocentes. Por eso no se celebró nada aquella gesta a pesar de lo que ganamos y, sobre todo, cómo lo ganamos.
— ¿Afectó aquello en la preparación de la final?
— Creo que preparamos el partido concienzudamente, como correspondía a un partido de tanta enjundia. Y salió bien. Se llevó a cabo una concentración en Peralada y aprovechamos el partido que teníamos, ante el Real Madrid, cuatro días antes de la final, para hacer unas pruebas. Recuerdo que Savio salía de una lesión y tenía algún problema y lo probamos para ver cómo se encontraba de cara a ver cómo íbamos a jugar la final.
— ¿Cómo fue la charla previa al partido?
—Simplemente, se trataba de decirles que cada uno hiciera lo que tocaba. Era necesario jugar unidos y que cada futbolista tuviera claro lo que tenía que hacer y cómo había que jugar. Compartir el éxito, correr y, fundamentalmente, ayudar porque cuando un equipo es superior al otro, como lo era el Real Madrid al Real Zaragoza, si no eres solidario y derrochas ayudas y compañerismo, estás abocado a la derrota.
— ¿La clave fue no tener miedo?
— Sí, y ser lo que éramos. Insisto en que lo fundamental era que los jugadores fueran solidarios y estar siempre en el partido. Todos.
Incluso alguno que no salió de inicio y luego resolvió el partido o el que fue titular, marcó y luego no jugó el tramo final del encuentro. Es importante aceptar y comprender eso.
— ¿Le costó algún cabreo la elección de los once?
— Noooooo. Todos eran importantes, los que jugaban de inicio y los que no. Y todos apoyaban la causa.
— ¿Cuánto se enfadó usted por la expulsión de Cani?
— Solo en el momento. Porque luego no te da tiempo para pensar nada. Sucedió e inmediatamente opté por quitar a un punta para sacar a Generelo y cubrir el centro del campo y a Zidane, que podía ser más peligroso. Luego tuvimos
la suerte de que también expulsaron a un jugador del Real Madrid (Guti) al final.
—¿Por qué ganó el Zaragoza aquella Copa?
— Por convicción y porque teníamos un buen equipo que no había rendido en Liga lo que podía haber rendido y que demostró en la Copa que tenía un poder superior a lo que estaba mostrando en la competición doméstica.
— Una gran noche…
— Fue el triunfo más importante de mi carrera como entrenador y, además, con el Real Zaragoza, en el que había sido jugador en dos etapas muy importantes: una de formación y otra al final de mi carrera intentando ayudar a que el equipo no se fuera a Segunda.