Un estadio portátil en el Parking Norte, posible ‘plan b’ para el Zaragoza
Las partes implicadas valoran levantar un campo provisional para unos 20.000 aficionados en los terrenos de la prometida Ciudad del Deporte
B, c, d, f, g, h, i, j... El abecedario tiene letras de sobra para nominar a cada uno de los planes que puedan surgir como alternativa a La Romareda, en caso de que la evolución de las obras del nuevo estadio obliguen al Real Zaragoza a mudarse de forma provisional de su primera residencia para jugar los partidos como local. Como ya es sabido, en el supuesto de que los plazos y actuaciones ahora previstos se tuerzan por causa de fuerza mayor, LaLiga ha instado al club a buscar como poco una variante fiable que permita la disputa de la competición bajo unos parámetros concretos: aforo mínimo, retransmisión televisiva sin inconvenientes, seguridad... Todo por si acaso, pero todo bien atado. Y según ha podido confirmar este diario, la opción mejor valorada en estos momentos es la construcción de un campo provisional en el Parking Norte de la Expo.
Los terrenos son propiedad del Gobierno de Aragón y lindan con las instalaciones del Corona de Aragón -que también fueron valoradas hace unas semanas para albergar la pequeña Romareda- y los campos de la Federación Aragonesa de Fútbol. Todo en la parte más al norte de la ciudad, en las faldas de Juslibol. Ahora mismo no hay nada que ayude a pensar que se pueda levantar en ese lugar un campo de fútbol provisional para unos 20.000 espectadores, pero la idea está ahí. Y se está estudiando con lupa. En el proyecto aún incipiente sobresalen algunos detalles que ayudan a comprender cómo surge esta idea.
Promesa electoral
En plena campaña a la Alcaldía, la ahora alcaldesa, Natalia Chueca, elevó mucho su punto de mira electoral cuando anunció la Ciudad Inteligente del Deporte en el Parking Norte, un macroproyecto de difícil encaje en las cuentas municipales. Ahora, teniendo en la mano los planes para construir un campo de fútbol provisional en esos mismos terrenos, en el Gobierno municipal más de una voz ha caído en la cuenta de que «por algo se empieza» y «quién sabe si no se podrían matar dos pájaros de un tiro». Las obras de allanamiento de suelo necesarias para la pequeña Romareda, así como otros muchos servicios, quedarían listas para ser heredadas.
Más allá de que la principal ventaja es que este campo provisional permitiría obrar en la nueva Romareda sin miramientos –podrían acortarse los plazos–, la premisa fundamental con la que trabajan todas las partes implicadas en el llamado plan b pasa ahora mismo por buscar una opción dentro de la propia capital aragonesa, nada de desplazamientos a ciudades cercanas, por muy corto o cómodo que sea el trayecto. Nada supera a moverse dentro de la propia ciudad. Por eso, al igual que se valoró cuando se pensó en el Corona de Aragón, la línea del tranvía es una de las bazas más potentes para señalar con el dedo al Parking Norte de la Expo. Se ha pensado en un campo de 20.000 plazas –quizá 22.000–, es decir, que pueda acoger a la mayor parte posible de la masa social del Real Zaragoza y el tranvía se antoja en esto fundamental, además del mucho espacio que hay para poder aparcar vehículos.
No obstante, la lista de desventajas de erigir la pequeña Romareda es casi ilimitada. Desde el sistema de alumbrado que se necesita para una instalación así, que además debe permitir la retransmisión de partidos por televisión, hasta todos
y cada uno de los servicios. Ahora mismo ese terreno es un erial que requiere de todas las características de un sitio civilizado. Ello, eso sí, no ha desfondado a los impulsores de la idea. Al menos de momento.
Los plazos
La prioridad es dar con una opción bien comunicada y siempre dentro de la ciudad de Zaragoza
Los plazos se han presentado como la piedra angular de todo el proceso. De momento se mantienen los cálculos que apuntan a que el Real Zaragoza podrá jugar en la actual Romareda durante la primera fase de derribo (fondo sur, Cubo de Turismo y Gerencia de Urbanismo), que concluirá el próximo diciembre. Las dudas –no pocas– se centran en las fases siguientes, de ahí la necesidad de tener una alternativa. Que el equipo de Víctor Fernández empezará la temporada 24/25 sin problema, parece claro. Pero a partir de ahí las certezas disminuyen. Solo caben especulaciones.
La financiación es el tema tabú. Hasta ahora nada se había hablado de un plan b, así que no se contaba con un gasto extra de estas características. Nada se sabe de quién, cómo y cuándo se hará cargo de los gastos, en qué proporción y a cargo de qué presupuestos.
Todas las fuentes consultadas insisten en que «no hay nada cerrado» y en que «todo es posible» aún en cuanto a la alternativa a La Romareda se refiere mientras duren las obras. Es más, hace un mes la opción predilecta era otra distinta a la del Parking Norte. Tanto el club como el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón trabajan en evitar que el Zaragoza tenga que salir de la capital. Esa es la prioridad máxima. Pero cada vez hay más dudas de que en 2025 no tenga que haber una mudanza.