Muere un joven tras caerse a una balsa de riego en Épila
La víctima, de origen senegalés, fue evacuada del agua por varios vecinos de la zona
Una joven migrante de origen senegalés falleció ayer en la localidad zaragozana de Épila tras precipitarse a una balsa de riego. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que recibió el aviso a las 9.15 horas, se desplazó hasta el lugar de los hechos, donde varios vecinos de la zona habían conseguido sacar al joven, que al parecer no sabía nadar, aunque esta teoría no ha sido confirmada de forma oficial. Los servicios sanitarios intentaron reanimarlo sin éxito.
En estos momentos, la principal hipótesis que baraja el Instituto
Armado es que la víctima se precipitó por causas accidentales y no logró salir de la balsa de riego. En cualquier caso, hasta que no se realice la autopsia no se podrán confirmar definitivamente las causas del suceso.
Hace dos años y medio, a pocos kilómetros de Épila, en Ricla, dos temporeros también fallecieron al precipitarse a una balsa de riego. En aquella ocasión, las dos víctimas murieron ahogadas tras precipitarse de madrugada el vehículo en el que ambos viajaban. Los cadáveres fueron hallados por la Guardia Civil a la mañana siguiente junto al automóvil siniestrado, que estaba sumergido cerca del camino agrario de Valdefajas. El vehículo se había precipitado por
la margen izquierda de la senda y había derrumbado la valla de la balsa, quedando sumergido a tres metros de profundidad.
Los dos ocupantes del automóvil, dos temporeros de origen rumano que trabajaban en La Almunia de doña Godina, fueron hallados ahogados con graves traumatismos craneales a la mañana siguiente.
En ese accidente, la Guardia Civil barajó desde un primer momento la hipótesis de un accidente de circulación, aunque, según pudo averiguar entonces EL PERIÓDICO,
los dos ocupantes del automóvil pudieron excarcelarse del vehículo escapando por la ventanilla. Sin embargo, las fuertes contusiones que sufrieron y la oscuridad de la noche impidieron que pudieran escapar de la balsa de riego, propiedad de un vecino de la localidad riclana, situada en un camino agrícola cercano a la A-121 entre La Almunia y Ricla y cercano al Restaurante La Gallega, también en el municipio de Ricla. Aquella vez la investigación fue dirigida por Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza.