Gaudes asegura que la Movilidad «no entiende de colores políticos»
El Ejecutivo municipal ha transigido con varias de las «líneas rojas» de Vox, como la eliminación de todas las alusiones a la Agenda 2030
La nueva ordenanza de Movilidad de Zaragoza, todavía en fase de borrador, sigue dando que hablar en el consistorio desde que Vox, socio preferente del Ejecutivo de Natalia Chueca, mostrase su total negativa a la primera iniciativa planteada por el Gobierno. Una postura que la ultraderecha ha ido suavizando a medida que las negociaciones con el PP avanzaban. De hecho, uno de los primeros acuerdos a los que ambos partidos llegaron versaba sobre la eliminación de toda referencia a la Agenda 2030 en la norma, «línea roja» de los de Abascal que fue asumida por los populares sin mayor debate.
Y a ese respecto se refirió ayer Tatiana Gaudes, concejala de Movilidad en el ayuntamiento: «Tenemos que trabajar en mejorar el día a día y dejarnos de las cosas que nos diferencian a nivel general, porque todos tenemos asumido hacia dónde van las ciudades». Una asunción que, en cualquier caso, el socio preferente del actual Gobierno de Zaragoza no parece dispuesto a aceptar, como así lo ha hecho constar en numerosas ocasiones.
Con todo, y pese a los acercamientos anunciados por Vox, Gaudes no quiso cerrarse ninguna puerta. «Nos hemos reunido con los tres grupos (Vox, PSOE y ZeC) para conocer sus posturas, e internamente estamos trabajando en ello», subrayó la concejala, que incidió en que «la movilidad tiene que nacer con consenso». «Seamos realistas, esto no entiende de colores políticos», añadió posteriormente.
Un mensaje, este último, que va muy en la línea de lo que Vox ha repetido últimamente sobre la nueva ordenanza, señalando que debe «vaciarse de contenido ideológico». En ese sentido, la formación de Abascal ya ha dado a conocer los avances en esta materia, con seis líneas rojas que, en mayor o menor medida, el PP ha accedido a modificar del texto definitivo.
Entre ellas, más allá de las alusiones a la Agenda 2030, se encuentran también el permiso para que las motos puedan seguir aparcando sobre las aceras como hasta ahora –al menos, durante dos años–, la creación de un carril para que compartan taxis y buses con motos y vehículos de alta ocupación, la reducción de los equipamientos técnicos que puedan favorecer a las sanciones, la flexibilización de los horarios de carga y descarga y el seguro obligatorio para todos los vehículos de movilidad personal, incluidas las bicicletas, en las que además se añadirá la obligatoriedad del casco en menores de 16 años.