Gallur estrena el túnel peatonal en la estación ‘ganado’ a Adif en el juzgado
Un vecino que estuvo a punto de ser atropellado por un tren les denunció y el juez obligó a invertir 3,1 millones en una obra que se acaba de poner en servicio
La historia de Víctor Sentís es hoy un ejemplo de cómo a veces David puede volver a ganar a Goliat, de cómo un ciudadano anónimo puede vencer a toda la maquinaria de la Administración cuando está cargado de razones, pide algo con sentido común y se arma de paciencia para llegar hasta el final en su pelea. Y, como él mismo destaca, esta consigue «la unión de todo el pueblo» para conseguirlo. Así podría resumirse su historia y la de una obra que ha costado 3.027.662 euros al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que se ha puesto en servicio esta semana.
Se trata de la construcción de un túnel peatonal en la estación de tren de Gallur, que salva las vías por debajo de ellas y evita tener que cruzarlas como se hacía antes. Hace un año que comenzaron las obras pero su materialización empezó a fraguarse «hace 20 años» cuando Víctor decidió denunciar, a través de una asociación vecinal del municipio zaragozano, al gestor ferroviario por la peligrosidad de la ubicación escogida para la estación de tren en la localidad. Lo llevó a los tribunales después de que «un día de niebla un tren estuvo a punto de atropellarme cuando cruzaba las vías», explica él. Hoy ya no le hará falta, pero lo que parecía una obra más que necesaria por cuestiones de seguridad, ha tardado «dos décadas» y necesitado de «numerosas protestas a pie de andén de todo el pueblo» para que se hiciera. Además de un largo litigio judicial en el que, según explica Víctor, «la Justicia acabó dándome la razón y, vía sentencia judicial, obligó a Adif a ejecutar esa obra que le reclamaba».
Un paso inferior accesible
La obra es ya una realidad, por «un informe del Gobierno de Aragón que fue decisivo al constatar la peligrosidad de la estación, que estaba ubicada junto a una curva muy cerrada y de visibilidad reducida» además de porque «a la hora de decidir la ubicación, no se le solicitó el informe preceptivo a la comunidad autónoma», explica este vecino de Gallur que hoy recorre ese túnel peatonal «orgulloso y muy contento» porque «solo soy un ciudadano normal que un día estuvo a punto de ser atropellado» que, añade, «he cumplido con mi pueblo haciendo lo que hice evitando con esto atropellos futuros, como creo que haría cualquiera en mi lugar».
Por esas vías hoy pasan 92 trenes diarios, solo 12 de ellos tienen parada en ese andén y otros 80, tanto de viajeros como de mercancías, pasan de largo. Es un tráfico importante para un pueblo de poco más de 2.600 habitantes que, no obstante, hace bastante uso del tren. Según el propio Víctor, llevan a gala ser «el tercer pueblo de Aragón que más viajeros tiene de las líneas regionales». Aún así, tienen otras «carencias» que resolver, «como el hecho de que Renfe no tenga personal en la estación», los billetes se consiguen vía internet o en máquinas de autoventa, aunque eso no está en los tribunales.
Pero al menos, en lo que respecta a la seguridad, la estación actual ha dado un giro radical con respecto a lo que había. Ahora se pueden salvar las vías por un ancho túnel bajo los raíles al que se accede con escaleras o una rampa con la pendiente adecuada para poder usarla con sillas de ruedas o carritos de bebés, la iluminación es más que suficiente para minimizar los riesgos y el andén está en perfecto estado de revista. Aunque todavía hay operarios de la contratista de Adif en Gallur dando los últimos remates a una obra que, no es baladí, ha costado un 50% más que todo el presupuesto de su ayuntamiento para todo un año. Un éxito de todos que hoy ya es una realidad.