Ser cofrade en Zaragoza, ¿a qué precio?
Hay un coste por ser cofrade. Bueno, más de uno. Hay que invertir en el atuendo, en los instrumentos y en la cofradía a la que se pertenece. Cada uno de estos puntos tiene un precio diferente que, con suerte, solo se realiza una vez en la vida. Lo explica Miguel Estrada, dueño de San Cayetano 3, una tienda de Zaragoza especializada en este tema: «Lo habitual es que, si compras un tambor, te dure toda la vida».
Pero vayamos por partes. Como explica Ignacio García Aguaviva, presidente de la Junta Coordinadora de Cofradías de Zaragoza, las cuotas habituales para los cofrades oscilan entre los 35 y los 50 euros para los adultos. En La Columna «son 40 euros para los adultos», cuenta su Hermano Mayor, Jesús
Cortes. Para los infantiles, la cantidad es algo menor: «Hasta los 9 años son 17 euros. Y luego, de 10 a 15 años, sube a 25 euros», detalla Cortés. Este dinero se dedica, según relata, «a los gastos generales de la cofradía», a lo que añade que «con el ahorro se va invirtiendo en mejoras y aumento del patrimonio».
En cuanto a los instrumentos, su precio varía en función del elegido y «de los materiales empleados», según detalla García. Y Miguel Estrada lo ejemplifica: «Ahora mismo los tambores van desde 270 euros hasta 2.000 si optas por uno de fibra de carbono», al tiempo que apunta que «los más habituales están entre 300 y 350 euros». Aunque los precios parecen escandalosos, Estrada rememora que hace veinte años que
El coste de los tambores puede llegar a los 2.000 euros si son de fibra de carbono, mientras que el de los hábitos más sencillos oscila entre los 140 y los 180 euros. A todo ello hay que sumar los complementos y en algunas cofradías se presta el material a quien lo desea con el fin de que todo cofrade esté equipado.
él se compró el primero. Le costó 30.000 pesetas (180 euros aproximadamente), por lo que «en proporción, ha subido muy poco». En el caso de los timbales y los bombos, cuenta Estrada, el precio va de los 250 a los 280 euros.
Indumentaria
Otros instrumentos como las matracas o las carracas tienen un precio menor. Por su parte, las cornetas oscilan entre los 150 euros y los 400, y las trompetas van más allá de los 250 euros.
En cuanto a la indumentaria, «cada una tiene sus complementos”, expresa García. No es lo mismo salir vestida de manola, toda de negro y con mantilla, que de costalero. La primera puede optar por los
bordados a mano, con los que el coste va de 600 euros hasta 2.500, o la confección a máquina, con lo que fluctúa entre los 100 y los 250 euros. Como expresa Estrada, «hay desde 30 euros hasta todo lo que uno se quiera gastar». Y cuenta que «la más cara» que ha visto superaba los 3.500 euros.
Las peinetas, por su parte, varían entre los 40 y los 95 euros, según sean de plástico o de carey, y a ellas hay que añadir el broche (2050 euros) y los guantes de rejilla (25-35 euros).
En el caso de los costaleros, llevan fajas lumbares, fajín de hilo, costal para la cabeza y morcilla, una almohadilla que sirve para hacer el apoyo en la cervical del costalero. Cada una de las prendas cuesta entre 15 y 50 euros. Por su parte, el atuendo común para los cofrades se compone, de forma general, de la túnica o hábito, el ceñidor o cíngulo que se anuda a la cintura, el capirote o tercerol que cubre la cabeza y, en algunas cofradías, la capa. A todo ello se han de sumar los complementos: guantes, medalla, escapularios, pantalón y zapatos negros.
Hábitos por 140 euros
Aunque es difícil determinar los precios, Estrada, que confecciona hábitos, concreta que en su tienda «un hábito sencillo, liso y laso, cuesta entre 140 y 180 euros». Y agrega: «Utilizamos la sarga, que es una tela más económica».
Por su parte, Jesús Cortés especifica cuáles son los números en la
cofradía de La Columna: 170 euros el capirote, 25 euros la rejilla, 50 euros el tercerol y 16 euros el cíngulo, 15 euros la medalla normal y 74 euros la esmaltada. «En nuestra cofradía se deja el material al que lo desea. Se pagan unas tarjetas entre 10 y 20 euros para el préstamo y el mantenimiento del material», dice.
Aunque este desembolso se realiza, en principio, una vez en la vida, la situación cambia si uno se inicia en el mundo cofrade como niño: «Si lo compras de pequeño, hay que ir renovando. Luego ya no hace falta», explica Estrada. Y García Aguaviva añade: «Los instrumentos también van parejos al tamaño. Si de mayor se cambian, es por cuestiones de rotura o porque salen versiones mejores y más modernas».
Un hábito sencillo, en la tienda San Cayetano 3, se vende a un precio de entre 140 y 180 euros
Las peinetas varían entre 40 y 95 euros, mientras que un broche puede alcanzar los 50