El Instituto de Nanociencia recibe una distinción a la Excelencia Científica
El centro aragonés se incorpora a la élite nacional de la investigación con la acreditación Severo Ochoa, por la que recibe también 4,5 millones de euros
El Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, INMA, acaba de ser propuesto para la acreditación de centro de excelencia Severo Ochoa. El INMA es el primer instituto en Aragón que recibe esta ditinción. Este reconocimiento supone una financiación de 4.500.000 euros y la dotación de 15 contratos pre-doctorales, diez de los cuales fueron obtenidos en la anterior convocatoria.
Con esta acreditación, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades busca impulsar la investigación científico-técnica reconociendo a aquellos centros de investigación en España que destacan como referentes en su campo de especialización. Tal y como comentó el director del INMA, Conrado Rillo, este reconocimiento permite «atraer talento y reforzar los resultados y el impacto de la investigación» que se desarrolla en el instituto.
El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, recordó que ningún proyecto se construye «de la noche a la mañana» y señaló que los apoyos que el centro ha recibido en los últimos años han sido «de todas las instituciones». En ese sentido, celebró el
trabajo «con luces largas» en un modelo que ha fructificado en el actual sello de excelencia. Algo que será «una palanca para seguir ampliando las capacidades» en los próximos años. La consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Claudia Pérez Forniés, recalcó que el reconocimiento es «algo extraordinario y algo que nunca había ocurrido en Aragón», señalando como circunstancia clave la «unión de capacidades» de las
instituciones para seguir siendo «innovadores y excelentes». Por su parte, el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, se mostró exultante por «competir en la primera división y pelear con comunidades tan punteras como Madrid, Cataluña o Valencia».
El proyecto premiado ofrece un enfoque integrador que traslada la investigación en nanomateriales a los retos de la sociedad actual.
Basado en las fortalezas del INMA en nanofabricación, caracterización avanzada y estudio de nuevos fenómenos en la nanoescala, el proyecto científico aborda investigación de excelencia en tecnologías de captura de CO2, uso de nanomateriales para el tratamiento del cáncer de páncreas y la prevención de enfermedades infecciosas multirresistentes.
El INMA se crea con el objetivo de obtener la mención de excelencia y ha recibido ayudas del CSIC y de la Universidad de Zaragoza en los últimos años a través de los programas de fortalecimiento de institutos de investigación que optan a ser Centros de Excelencia Severo Ochoa y de ayudas propias.
Con alrededor de 300 miembros, la investigación desarrollada en el INMA se organiza en seis áreas de investigación: dos transversales y cuatro aplicadas. El centro tiene una amplia experiencia en la participación y gestión de proyectos de investigación, con más de 40 proyectos europeos en curso y una media anual de 300 publicaciones.
Primera división
El que también evidenció su satisfacción fue Conrado Rillo, director del INMA, que subrayó que este
Es el primer centro de la comunidad aragonesa que recibe esta distinción
reconocimiento supone «entrar en un club de élite de la investigación». «En Aragón teníamos ya una muy buena imagen en el mundo de la ciencia, pero esto la mejora significativamente. Nos potencia y nos hace mucho más visibles a nivel nacional y, sobre todo, a nivel internacional», apuntó el director.
La excelencia, en palabras de Rillo, se ha conseguido gracias a «no obsesionarse» y a «proponer cosas punteras, rompedoras y que no se estén haciendo en otro sitio». Además de un tremendo orgullo, el Severo Ochoa supone para el INMA una responsabilidad y una presión extra. «Ahora debemos demostrar que vamos a gestionar bien los recursos. No nos podemos dormir en los laureles», advirtió Conrado Rillo.